MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director del grupo de Física de Neutrinos del Instituto de Física Corpuscular (IFIC-CSIC), Juan José Gómez Cadenas, ha explicado que la mala conexión detectada en el experimento que registró neutrinos más rápidos que la luz, provocó que la fibra óptica se comiera nanosegundos y pareciera que las partículas viajaban a mayor velocidad.
Gómez Cadenas ha señalado, en declaraciones a Europa Press, que "el experimento Opera calcula la velocidad de los neutrinos de manera sencilla a través de la fórmula 'velocidad=espacio/tiempo'". Concretamente, "mide el espacio entre el punto del lanzamiento del neutrino y el de llegada (730 kilómetros) con mucha precisión a través de los GPS y después mide el tiempo que tardan los neutrinos en recorrer esta distancia con unos relojes atómicos sincronizados", ha señalado.
En este sentido ha precisado que se trata de unas medidas "muy precisas" pero también se registran velocidades "muy rápidas" por lo que "basta con que se equivoque en una tontería para que la regla no esté bien calibrada".
El científico ha señalado que el problema en este caso es que los dos errores hallados que podrían haber modificado los resultados de este experimento han afectado al tiempo. Así, ha indicado que "el espacio ha estado muy bien medido por los GPS", mientras que en el caso del tiempo, los fallos han provocado dos consecuencias que se contrarrestan entre sí.
De este modo, una de las fuentes de error atañe a un oscilador que sirve para sincronizar la señal de GPS y que podría haber conducido a sobreestimar el tiempo que tardaron los neutrinos en viajar desde el CERN hasta Gran Sasso. La segunda fuente de error, que se refiere a la mala conexión de un cable de fibra óptica que proporciona la señal externa de GPS al reloj principal de Opera, podría haber hecho pensar que los neutrinos viajaban más rápido que la luz, ya que provocó una medición a la baja en el tiempo.
"La mala conexión detectada ha supuesto que la fibra óptica se haya comido unos pocos de nanosegunddos por lo que la velocidad parece que aumenta", ha apuntado Gómez Cadenas.
Del mismo modo, ha defendido la actuación del equipo de Opera a la hora de comunicar la información. A su juicio, el experimento se dio a conocer de manera prudente porque estas anomalías ya se conocían, de manera que el equipo "enseñó todo lo que tenían que enseñar" con el único fin de decir "estas son las cifras que tenemos" y "exponerlo a la comunidad científica".
De hecho, ha indicado que este tipo de 'errores' se prevén, pero en un experimento como este hay miles de piezas y conectores, de manera que es "cuando los científicos ven ciertos efectos y ciertas cifras que no cuadran cuando empiezan a mirar en todos los sitios posibles". "La madre del cordero es que se está intentando medir un efecto muy sutil", ha señalado Gómez Cadenas, quien ha apuntado que "si se aprieta un cable para casi cualquier medida que se necesite, 60 nanosegundos dan igual, pero en este experimento puede suponer un resultado como el que se anunció en su momento".
"Es muy fácil ver el error ahora a toro pasado. El experimento busca todos los posibles errores pero precisamente porque somos humanos, porque el trabajo es complejo y porque la medida esta en el límite de la precisión, el experimento se puede fastidiar", ha concluido.