MADRID 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El versátil Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA ha cumplido este 10 de marzo cinco años orbitando el planeta rojo. Ha ampliado radicalmente nuestro conocimiento de Marte y ahora está trabajando horas extras. La misión ha proporcionado abundante información sobre los ciclos climáticos de hielo y la antigüedad medioambiental del planeta.
El orbitador ha observado la superficie de Marte, bajo la misma y la atmósfera, con un nivel de detalle sin precedentes. Los grandes paneles solares y la antena de plato han permitido a la nave transmitir más datos a la Tierra - hasta ahora 131 terabits, entre los que se cuentan más de 70.000 imágenes - más que todas las otras misiones interplanetarias combinadas. Sin embargo, muchas cosas han tenido que ir bien para lograr estos hitos.
La misión ha iluminado tres periodos muy diferentes de la historia de Marte. Sus observaciones de los terrenos con muchos cráteres de Marte, los más antiguos del planeta, muestran diferentes tipos de antiguos ambientes acuosos formados por minerales relacionados con el agua. Algunos de éstos han sido más favorables para la vida que otros.
En tiempos más recientes, el agua parece haber completado un ciclo en forma de gas entre los depósitos de hielo polar y los depósitos de menor latitud de hielo y nieve.
El clima actual es dinámico, con dióxido de carbono volátil y, posiblemente, agua líquida en verano que altera barrancos y forma nuevas vetas. Con las observaciones de nuevos cráteres, avalanchas y tormentas de polvo, el orbitador ha mostrado un mundo parcialmente congelado, pero no congelado en el tiempo, ya que los cambios continúan en la actualidad.
Además de sus observaciones, la misión proporciona soporte para otras naves que operan en la superficie para asegurar su comunicación con la Tierra.