MADRID 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cuando se trata de puzzles en tres dimensiones, el célebre cubo de Rubik palidece en comparación con la última creación del geofísico del Jet Propulsion Laboratory (JPL) Donald Argus y sus colegas Chuck DeMets Chuck de la Universidad de Wisconsin-Madison y Richard Gordon, de la Rice University, en Houston.
Este equipo acaba de dar los toques finales a un proyecto de 20 años de esfuerzos, que ha dado como resultado un nuevo modelo que usa las mediciones de las dorsales oceánicas (amarillo y verde en la imagen) para describir con precisión los movimientos de las placas tectónicas entrelazadas que conforman cerca del 97 por ciento de la superficie de la Tierra.
Las placas tectónicas de la Tierra están en constante movimiento, se deslizan entre sí, ya que flotan encima del líquido interior de nuestro planeta. Sus colisiones y los cambios pueden crear cadenas de montañas o terremotos, como las que afectaron a Haití y Chile este año.
El modelo, llamado MORVEL (Mid-Ocean Ridge Velocities) mejora significativamente la resolución y la precisión del modelo anterior de los investigadores de las velocidades de las placas tectónicas, publicado nada menos que en 1990.
Puede ser utilizado para predecir cómo se mueve cada una de las placas tectónicas en relación con las demás placas, y permite a los científicos para predecir futuros movimientos de las placas e identificar los lugares donde los movimientos han cambiado con el tiempo, asi como las áreas que son útiles para el estudio de las fuerzas subyacentes que los movimientos de las placas de control.