MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores han descubierto que la voluntad de cumplir con lo que hacen los demás al visitar una cultura o un grupo diferente es una disposición compartida con otros primates, según los resultados de un estudio realizado por Erica van de Waal y Andrew Whiten, de la Universidad de St Andrews, en Reino Unido, junto con Christèle Borgeaud, de la Universidad de Neuchâtel, en Suiza, y publicados en la edición de este jueves de la revista 'Science'.
Los hallazgos podrían ayudar a explicar la evolución de nuestro deseo humano de buscar el "conocimiento local" cuando se visita un nuevo lugar o una cultura diferente. "Como dice el refrán: 'Cuando a Roma fueres, haz como vieres", subrayó el profesor Whiten a la hora de explicar los hallazgos de esta investigación, una prueba experimental de "transimisión cultural" en primates salvajes.
La investigación se llevó a cabo mediante la observación de monos verdes salvajes en África del Sur, en la que los científicos se propusieron inicialmente probar cómo las crías de monos verdes salvajes son influenciadas por los hábitos de sus madres. Pero, lo más interesante que encontraron es que los hombres adultos que migran a nuevos grupos se adaptan rápidamente a las normas sociales de sus nuevos vecinos, tengan sentido para ellos o no.
"La inconstancia de los machos es ciertamente un descubrimiento sorprendente a primera vista, ya que su voluntad de cumplir con las normas locales puede parecer una respuesta más bien sin sentido. Pero después de todo, es la forma en que los seres humanos se comportan a menudo cuando visitan diferentes culturas", señala White.
En el primer estudio, los investigadores proporcionaron a cada uno de dos grupos de monos salvajes con una caja de maíz teñido de rosa y otro de azul, que tenía un sabor repugnante. Los monos pronto aprendieron a comer sólo maíz de color rosa, pero otros dos grupos se formaron de manera que sólo comieran maíz azul.
A una nueva generación de crías de mono se les ofreció más tarde los dos colores de los alimentos y los monos adultos presentes parecían recordar el color que antes habían elegido. Casi todos los bebés copiaron al resto del grupo, comiendo sólo un color preferido de maíz, pero el descubrimiento decisivo se produjo cuando los machos adultos comenzaron a migrar entre los grupos durante la época de celo.
Los investigadores encontraron que de los diez machos que se trasladaron a los grupos que comían un maíz de color distinto al que estaban acostumbrados, todos menos uno cambió a la nueva norma local de inmediato.
El mono que no cambió estaba en el primer puesto del ranking en su nuevo grupo, por lo que parecía despreocupado por adoptar un comportamiento local.
La doctora Van de Waal realizó los experimentos de campo en el Proyecto de Verve Inkawu, en el coto de caza privado Mawana, en Sudáfrica, donde se familiarizó con los 109 monos, por lo que le fue posible documentar el comportamiento de los machos que emigraron a los nuevos grupos.
"La voluntad de los machos inmigrantes a adoptar la preferencia local de sus nuevos grupos nos sorprendió a todos. El comportamiento de copia tanto de las nuevas crías ingenuas como de los machos que migran revela la potencia y la importancia del aprendizaje social en los primates salvajes, hasta llegar incluso a la conformidad que conocemos tan bien en los seres humanos", explica.