MADRID, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El murciélago sin cola de Brasil se ha convertido en el animal que vuela más rápido en horizontal, 160 kilómetros por hora, superando la marca en vigor, los más de 100 por hora que alcanza el vencejo común.
Investigadores del Instituto Max Planck de Ornitología en Radolfzell han descubierto ahora un nuevo favorito entre los acróbatas del aire. Sin embargo, el animal involucrado aquí no es un pájaro, sino un murciélago: el murciélago brasileño sin cola se mueve a través de los cielos nocturnos a más de 160 kilómetros por hora. La forma aerodinámica del cuerpo y las alas más largas que el promedio en comparación con otras especies de murciélagos les permiten alcanzar velocidades tan grandes.
Los pájaros siguen siendo un modelo para los ingenieros de la aviación hoy. Mientras que las aves pueden despegar a velocidades comparativamente bajas, incluso los aviones más modernos deben alcanzar una velocidad de alrededor de 300 kilómetros por hora para poder despegar. Los principales factores que contribuyen aquí son la forma aerodinámica de los animales, el tipo de proyectil y su bajo peso debido a huesos especiales. Además, las alas estrechas encontradas en especies de vuelo más rápido también permiten una mayor elevación en relación con la fuerza aerodinámica invertida.
Los vencejos comunes (Apus apus), que pueden alcanzar velocidades de 110 kilómetros por hora, se consideran los pájaros más rápidos del mundo en vuelo horizontal. Los halcones peregrinos pueden incluso alcanzar velocidades de hasta 300 kilómetros por hora cuando descienden en picado. Por el contrario, debido a su estructura de ala, los murciélagos generan mayor resistencia, y generalmente se consideran voladores más lentos.
Los animales con las alas largas y estrechas suelen volar más rápido que aquellos con alas más cortas y más anchas. Por esta razón, los científicos seleccionaron al murciélago brasileño sin cola (Tadarida brasiliensis) para su estudio. Incluso, los propios expertos se sorprendieron por sus resultados: "Inicialmente, no podíamos creer nuestros datos, pero eran correctos: a veces, las hembras, que pesan entre 11 y 12 gramos, volaban a velocidades de más de 160 kilómetros por hora, un nuevo récord para el vuelo horizontal", dice Kamran Safi del Instituto Max Planck de Ornitología.
Los datos sobre las velocidades de vuelo de los murciélagos se recogieron utilizando un transmisor de radio que pesaba sólo medio gramo, que se les fijó a la espalda con un adhesivo y se cayó después de dos a cinco días. Su señal de pitido regular se localizó utilizando un receptor móvil instalado en un avión pequeño. "No fue fácil para el piloto seguir a los animales de vuelo rápido para poder localizarlos con precisión y medir su trayectoria de vuelo continuamente", explica Dina Dechmann.
Los científicos también evaluaron los datos registrados por la estación meteorológica más cercana y tomaron nota de las condiciones de viento en el momento de los vuelos estudiados. "Factores externos como el paisaje y el viento de cola no pueden explicar estos resultados, ya que no tuvieron impacto en las velocidades máximas", dice Dechmann.