MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología (ICP) han descubierto que el 'Myotragus', un bóvido del Plio-Pleistoceno restringido a las Islas Baleares y similar a una pequeña cabra, tenía una fisiología más propia de los reptiles que de los mamíferos. El descubrimiento, que se publica en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), podría también ser de utilidad en el ámbito científico que investiga la relación entre las situaciones de restricción de recursos y la longevidad.
El trabajo, dirigido por la investigadora Meike Köhler y el que también ha participado Salvador Moyà, se incluye dentro del campo de la investigación de la paleobiología, el estudio de la biología del pasado. Durante los últimos diez años los investigadores han estado trabajando para poder encontrar respuestas a cómo era el medio o la fauna en el momento en que existieron algunos de estos fósiles.
Los científicos han realizado un estudio histológico de láminas delgadas de una amplia muestra de huesos del 'Myotragus' con las que han estudiado sus tejidos óseos y su patrón de crecimiento. Los resultados muestran que este género insular tenía una fisiología más propia de un cocodrilo (reptil) que de un mamífero.
Según explicaron a Europa Press los investigadores, la histología de los huesos muestra que el 'Myotragus' crecía, a diferencia de cualquier otro mamífero, a un ritmo lento y flexible, parando el crecimiento periódicamente, llegando a la madurez a edades muy avanzadas y mostrando, por tanto, un considerable aumento de la longevidad, tal y como lo hacen los actuales cocodrilos.
Los autores señalan que la explicación frente a este descubrimiento es sencilla. Los mamíferos son animales de sangre caliente (endotérmicos) y, al contrario que los de sangre fría (ectotermos), gastan mucha energía para mantener una temperatura del cuerpo constante. Cuando los recursos son pocos, se seleccionan los individuos que queman menos energía, es decir, los individuos con un metabolismo más bajo. Esto implica, sin embargo, un crecimiento a un ritmo mucho más lento, llegar a la madurez más tarde y vivir durante más tiempo.
FALTA DE RECURSOS Y LONGEVIDAD
Los resultados del estudio sugieren que el 'Myotragus', a pesar de ser un mamífero endotérmico, podía pasar temporadas en estado letárgico, cuando las condiciones climáticas y con ello, la falta de recursos, hacían difícil la vida de estos mamíferos isleños. La gran abundancia de restos fósiles de 'Myotragus' en cuevas, hace pensar que posiblemente éstas eran usadas para pasar las temporadas difíciles, bajando el metabolismo y reduciendo las funciones vitales.
Los investigadores muestran así que un mamífero es capaz de adaptar su metabolismo de este modo en condiciones de restricción de recursos. "Además, contamos con el apoyo del registro fósil y las implicaciones que ello conlleva a nivel de tiempos geológicos, ya que las islas y su legado fósil son auténticos laboratorios de la evolución", añaden.
Hoy en día se realizan experimentos científicos dirigidos a estudiar los ritmos de vida y la longevidad. En ellos se estudian las reacciones de invertebrados y de pequeños mamíferos, como ratones, sometidos a condiciones de estrés y falta de recursos. Las observaciones llevadas a cabo con esta investigación apuntan hacia el aumento de la longevidad, o duración del tiempo de vida, de estos animales.
Los resultados presentados por el ICP aportan un ejemplo fósil que, además de apoyar esta hipótesis, explicaría los motivos evolutivos de este incremento en la longevidad: bajo condiciones de estrés y falta de recursos se ven favorecidas la reducción de los ritmos de vida y el aumento de la longevidad. De esta manera, la investigación en paleontología apoya la investigación en otros ámbitos, como puede ser la medicina.
Gracias a esta interdisciplinaridad, el estudio de un bóvido que evolucionó en condiciones de un laboratorio natural (islas) podría revelar los mecanismos que influyen en la fisiología de los seres humanos y las causas de la longevidad.