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MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Una forma nueva y más eficiente de propulsar vehículos eléctricos permitirá que automóviles de cualquier tamaño funcionen durante más tiempo sin que se produzcan emisiones.
La nueva tecnología utiliza agua, dióxido de carbono y cobalto metálico para producir gas de hidrógeno a demanda a una temperatura y presión relativamente bajas.
De acuerdo con el profesor de Química de la Universidad de Massachusetts Lowell David Ryan, que ha desarrollado la nueva tecnología de propulsión, la mayoría de los vehículos eléctricos en la carretera dependen de baterías que deben cargarse, pero vienen con limitaciones como la capacidad de almacenamiento, el tiempo necesario para recargarse y el coste.
Como resultado, la tecnología actual es práctica solo para autos pequeños y no para vehículos más grandes, incluyendo camiones y autobuses. En contraste, el invento del equipo de Ryan podría usarse para impulsar vehículos de todos los tamaños.
En un vehículo eléctrico, el hidrógeno creado por este nuevo método iría directamente a una pila de combustible, donde se mezclaría con el oxígeno de la atmósfera para generar electricidad y agua. La electricidad luego alimentaría el sistema que opera el motor del vehículo, la batería recargable y los faros.
"Este proceso no almacena gas de hidrógeno, por lo que es seguro y no presenta problemas de transporte, lo que minimiza en gran medida la posibilidad de un incendio o una explosión", dijo Ryan en un comunicado.
La tecnología genera hidrógeno que es más del 95 por ciento puro, agregó. "El hidrógeno se quema completamente limpio; no produce dióxido de carbono, solo agua. Y, no tiene que quemar hidrógeno para generar electricidad. El hidrógeno se puede usar en pilas de combustible, en las que se combina con el oxígeno del aire para producir electricidad en hasta un 85 por ciento de eficiencia ", dijo Ryan.
"Dado que el hidrógeno no se extrae del suelo como los combustibles fósiles, tenemos que producirlo. Los métodos actuales para hacerlo son caros e ineficientes. Esto, junto con la falta de infraestructura necesaria, ha dificultado la transición de una economía del petróleo a otra del hidrógeno", dijo Ryan. "Nuestra esperanza es que la tecnología de hidrógeno catalítico que hemos desarrollado ayude a resolver todos estos desafíos".