Otros planetas pueden registrar rayos ascendentes en sus atmósferas

Rayos Ascendentes Simulados
TEL AVIV UNIVERSITY
Actualizado: lunes, 21 noviembre 2011 20:15

MADRID 21 Nov. (EUROPA PRESS) -

Sólo hace unas décadas, los científicos descubrieron la existencia de rayos ascendentes entre 48 a 90 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Se trata de ramificaciones de las descargas eléctricas causadas por tormentas eléctricas, y una valiosa información sobre la composición de nuestra atmósfera. Ahora, investigadores de la Universidad de Tel Aviv dicen que estos rayos ascendentes no son un fenómeno propio de nuestro planeta.

Júpiter y Saturno experimentan tormentas eléctricas con relámpagos 1.000 o más veces más potentes que las de la Tierra, dice la investigadora Daria Dubrovin. Con sus supervisores, el profesor Colin Price, del departamento de Geofísica y Ciencias Planetarias, y el profesor Yoav Yair, de la Universidad Abierta de Jerusalén, Dubrovin ha recreado estas atmósferas planetarias en el laboratorio para estudiar la presencia de este fenómeno en el espacio.

El color de estas explosiones de energía eléctrica indica qué tipo de moléculas están presentes y qué puede explicar la presencia de compuestos exóticos, mientras proporciona información sobre la conductividad de las atmósferas de planetas lejanos. Esta investigación, que fue presentada en octubre en el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria en Francia, podría conducir a una nueva comprensión de los procesos eléctricos y químicos en Júpiter, Saturno y Venus.

A pesar de tratarse de un fenómeno atmosférico poco conocido, los rayos ascendentes son bastante comunes en la Tierra, dice Dubrovin. Como se producen en la mesosfera - una capa de la atmósfera que no es regularmente observada por los satélites y demasiado alta para ser alcanzada por globos atmosféricos - el descubrimiento de estas descargas eléctricas, que son de color rojo y sólo aparecen unas pocas decenas de milisegundos, fue un golpe de suerte.

Al rayo, como generador de moléculas orgánicas, se le atribuye un papel que contribuye a la "sopa primordial" que, según las teorías actuales, llevó a la aparición de la vida en la Tierra. Los investigadores están interesados en saber más acerca de la posibilidad de que se produzcan rayos en otros planetas, explica Dubrovin, no sólo por su impacto en los equipos tecnológicos utilizados por los programas espaciales, sino porque es otro indicio de que pudiera indicar la presencia de vida extraterrestre.

Para probar la viabilidad de los rayos ascendentes extraterrestres, Dubrovin y sus colegas investigadores recrearon la atmósfera de Júpiter, Saturno y Venus, en pequeños recipientes. Un circuito que creó fuertes pulsos baja tensión propiciaba descargas que imitaban a los rayos ascendentes naturales. Las imágenes de estas descargas, conocidas como serpentinas (en la imagen), fueron tomadas por una cámara rápida y sensible, para su posterior análisis. Cuantificar factores como el brillo, color, tamaño, radio y velocidad podría ayudar a los investigadores a medir el poder real de los rayos en entornos extraterrestres.