MADRID 22 May. (Reuters/EP) -
Un equipo de la Universidad de Oxford y de la Universidad de Lausana han recurrido a pruebas genéticas para probar la existencia del monstruo conocido como el Yeti. Para lograrlo, los expertos han recogido restos orgánicos que podrían pertenecer a la criatura, en lugares en los que algunos excursionistas han asegurado haberlo visto.
Según ha indicado uno de los autores, Bryan Sykes, la idea de este trabajo surgió a raíz de "los numerosos informes engañosos y excéntricos que existían" acerca del fenómeno del Yeti. "Decidimos dar al caso un enfoque sistemático y utilizar los últimos avances en las pruebas genéticas", ha indicado.
De este modo, se han realizado "nuevas pruebas" sobre las pruebas ya existentes de anteriores avistamiento, con resultados más fiables debido al avance de las técnicas. Además, se ha recogido nuevos restos orgánicos, como pelos, de algunas zonas en las que, según testigos, habita la criatura.
"Las pruebas hasta ahora por lo general han concluido que los supuestos restos del Yeti eran realmente humanos. Pero eso podría haber sido el resultado de la contaminación de pruebas y nunca se ha vuelto a hacer una revisión de datos", ha explicado Sykes.
Desde que en 1951 una expedición al Everest regresó con fotografías de huellas gigantes en la nieve, se ha especulado acerca de las criaturas gigantes del Himalaya, desconocidas para la ciencia. Desde entonces ha habido informes de testigos presenciales que dicen haberlo visto en el Himalaya, en Estados Unidos (en donde le conocen como 'Bigfoot' o 'Sasquatch'), en las montañas del Cáucaso (en donde le llaman 'Almasty') y en Sumatra ('Orang pendek').