El Premio Nobel de Medicina 2002 recae en Sydney Brenner, John E. Sulston y H. Robert Horvitz

Actualizado: lunes, 7 octubre 2002 17:51


MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Premio Nobel de Medicina 2002 ha recaído este año en los

británicos Sydney Brenner y John E. Sulston, y en el estadounidense

H. Robert Horvitz, por sus trabajos sobre "la regulación genética de

la organogénesis y de la muerte celular programada".

Los investigadores han trabajado en el nemátodo "Caenorhabditis

elegans", un gusano de un milímetro de longitud que es transparente,

lo que permite hacer un seguimiento directo de la división celular

con el microscopio.

Este nemátodo ha sido utilizado como un sistema experimental

modelo, para observar la división celular y la diferenciación entre

un óvulo fertilizado y un adulto. Los premiados han identificado los

genes claves que regulan el desarrollo de los órganos y la muerte

celular programada, y han demostrado que también existe esta

correspondencia en otras especies, incluso en el ser humano.

El británico Sydney Brenner, nacido en 1927, fue el que tomó este

nemátodo como modelo y estableció una relación entre el análisis

genético y la división celular, la diferenciación y el desarrollo de

órganos. Brenner fue el encargado de dar los primeros pasos en la

investigación con este nemátodo y estableció que unas mutaciones de

genes específicos podían ser provocadas en el genoma del nemátodo con

el compuesto químico EMS, y por lo tanto unas mutaciones diferentes

podrían estar relacionadas con genes específicos y con efectos

concretos en el desarrollo de órganos.

Por su parte, John Sulston, nacido en 1942, realizó el mapa del

linaje celular, en el que todas las divisiones celulares y las

diferenciaciones podían observarse en el desarrollo de los tejidos

del nemátodo. Sulston también mostró que unas células específicas

entraban en una muerte programada como parte del proceso normal de

diferenciación, e identificó la primera mutación de un gen que

participaba en el proceso de muerte celular. Además, demostró que el

linaje celular es invariable, y así cada nemátodo desarrolla

exactamente la misma división celular y la misma diferenciación, y

siempre desaparecen unas células concretas durante la muerte celular

programada.

El investigador Robert Horvitz descubrió y caracterizó los genes

claves en el control de la muerte celular del nemátodo. El científico

mostró cómo estos genes interactúan entre ellos en el proceso de

muerte celular y la existencia de los genes correspondientes en los

seres humanos.

EQUILIBRIO CELULAR

Todas las células del cuerpo humano proceden de las fecundación de

un óvulo y las relaciones entre ellas se denominan linaje celular.

Para mantener el número adecuado de células en los tejidos es preciso

un equilibrio entre la división celular y la muerte celular. Por este

motivo, las células deben diferenciarse de forma correcta y en el

momento adecuado, para dar lugar al tipo correcto de célula que

formará parte de un órgano.

A través de las investigaciones de estos tres galardonados se ha

podido comprender algo más sobre cómo se controlan estos procesos

celulares complicados.

En el campo de la muerte celular programada, los científicos

llamaron la atención sobre la necesidad de que al mismo tiempo que se

generan células es preciso para el desarrollo del embrión la muerte

de un número igual de células. Y el descubrimiento concreto de estos

científicos fue determinar qué genes eran los responsables de esta

muerte celular porgramada en el nemátodo.

En cuanto a las repercusiones de estas investigaciones, a través

del conocimiento de la muerte celular programada se abre un camino

que ayudará a comprender los mecanismos que emplean algunos virus y

bacterias para invadir las células.