Un recién graduado de la universidad ha convertido la luz visible que emiten los elementos en audio, creando sonidos únicos y complejos para cada uno. - W. WALKER SMITH AND ALAIN BARKER
MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
Usando una técnica llamada sonificación de datos, un recién graduado de la universidad de Indiana ha convertido la luz visible emitida por los elementos químicos en sonidos únicos y complejos.
Como resultado ha presentado lo que considera el primer paso hacia una tabla periódica musical interactiva en la reunión de primavera de la American Chemical Society.
Anteriormente, W. Walker Smith, el único investigador del proyecto, tomó sus pasiones combinadas de música y química y convirtió las vibraciones naturales de las moléculas en una composición musical. "Luego vi representaciones visuales de las longitudes de onda discretas de la luz liberada por los elementos, como el escandio", dice Smith, citado por Phys.org. "Eran hermosos y complejos, y pensé: 'Vaya, yo también quiero convertirlos en música'".
Los elementos emiten luz visible cuando están energizados. Esta luz se compone de múltiples longitudes de onda individuales, o colores particulares, con niveles de brillo que son únicos para cada elemento. Pero sobre el papel, las colecciones de longitudes de onda para diferentes elementos son difíciles de diferenciar visualmente, especialmente para los metales de transición, que pueden tener miles de colores individuales, dice Smith. Convertir la luz en frecuencias de sonido podría ser otra forma para que las personas detecten las diferencias entre los elementos.
Sin embargo, la creación de sonidos para los elementos de la tabla periódica ya se ha hecho antes. Por ejemplo, otros científicos han asignado las longitudes de onda más brillantes a las notas individuales tocadas por las teclas de un piano tradicional. Pero este enfoque redujo la rica variedad de longitudes de onda liberadas por algunos elementos en solo unos pocos sonidos, explica Smith, quien actualmente es investigador en la Universidad de Indiana.
Para retener la mayor cantidad posible de complejidad y matices de los espectros de elementos, Smith consultó a mentores de la facultad en la Universidad de Indiana, incluidos David Clemmer, profesor en el departamento de química, y Chi Wang, profesor en el Escuela de Música Jacobs.
Con su ayuda, Smith construyó un código de computadora para audio en tiempo real que convertía los datos de luz de cada elemento en mezclas de notas. Las longitudes de onda de color discretas se convirtieron en ondas sinusoidales individuales cuya frecuencia correspondía a la de la luz, y su amplitud coincidía con el brillo de la luz.