MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
Estudios de la composición de la saliva han ayudado a los
científicos a determinar que las primeras experiencias de la vida,
como abusos o negligencia, afectan a la actividad en el eje
hipotalámico-pituitario-adrenal (HPA).
En la XIV Reunión de la Asociación Americana para el Avance de la
Ciencia, que se celebra en Denver, Colorado, científicos del
Instituto de Desarrollo Infantil de la Universidad de Minnesota
hablarán sobre nuevos estudios que muestran que vivir en orfanatos en
la infancia aumenta el riesgo de que los niños produzcan mayores
niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esta hormona, que se
encuentra en la saliva, es la principal producida por el sistema HPA
en los seres humanos.
Los autores destacan los hallazgos de dos recientes estudios en
niños y sus niveles de cortisol. En ambos estudios, los padres fueron
recogiendo saliva de sus hijos después de levantarse y en el momento
de acostarse.
En el primer estudio, niños que vivían en orfanatos de Rumania más
de ocho meses registraban elevados niveles de cortisol, si bien los
niños que eran adoptados a edades tempranas no mostraban niveles
distintos de cortisol de los de los niños que se criaban en el seno
de su familia biológica.
Un segundo estudio, en el que participaron 200 niños adoptados en
todo el mundo se observó que aquellos que procedían de orfanatos con
pocos recursos y pobres condiciones materiales y de asistencia
registraban elevados niveles de cortisol, comparados con niños cuyos
cuidados pre-adopción se describían como adecuados.
Este estudio indica que el 78 por ciento de los niños adoptados
internacionalmente no mostraban evidencias de poseer elevados niveles
de cortisol.