MADRID 11 Nov. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) han tomado las primeras imágenes a menos de un metro de la colada de lava del volcán submarino de El Hierro, a bordo del buque oceánico Ramón Margalef.
La grabación en la zona más activa del volcán ha sido posible gracias al vehículo submarino Politolana, un trineo de fotogrametría diseñado íntegramente por el IEO y que gracias a su relativa simplicidad y a su extrema robustez es capaz de descender hasta 2000 metros de profundidad en las peores condiciones.
El IEO explica que el pasado 3 de noviembre finalizó la de campaña de investigación en el volcán de El Hierro a bordo del Ramón Margalef. Tras tras los trabajos geofísicos en los que se cartografió la zona de la erupción mediante métodos acústicos, en esta fase se utilizaron dos vehículos submarinos no tripulados: el ROV Liropus 2000 y el trineo de fotogrametría Politolana.
Este último es el único que ha conseguido llegar a la zona más activa del nuevo volcán de la isla de El Hierro, ya que las difíciles condiciones ambientales, tanto por el fuerte viento reinante de más de 30 nudos, que impedía posicionar correctamente el barco, como las características fisico-quimicas del agua, impidieron al ROV Liropus acercarse a la zona.
Además, señala que en sucesivas aproximaciones los investigadores consiguieron situar el trineo a tan solo un metro de distancia de la colada de lava del volcán donde se vio sometido a los flujos piroclásticos procedentes del cráter y a aguas ácidas (pH 4.8).
El vehículo resistió todas las inmersiones de alto riesgo y ha permitido obtener información muy valiosa que está siendo analizada.
Con este vehículo se han podido también estudiar los fondos de la zona del Mar de las Calmas y la Reserva Marina de La Restinga, entre profundidades de 150 a 750 metros observándose un progresivo aporte de material sedimentado procedente del volcán que afecta en mayor o menor grado a las comunidades biológicas allí presentes. Este impacto es progresivo conforme se aproximan a la zona activa y tiene mayores consecuencias sobre las especies bentónicas sésiles, incapaces de huir, como esponjas y corales.
Los estudios realizados con este y con el ROV Liropus 2000 han estado dirigidos por el investigador del IEO Francisco Sánchez. Se trata de la segunda fase de la campaña realizada después de los estudios de geofísica que describieron las características morfológicas del nuevo volcán submarino.
En la actualidad, el IEO está desarrollando la tercera fase de la campaña consistente en el estudio de las características físico-químicas de las aguas que rodean la zona de la actividad volcánica submarina.