MADRID 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El cielo en los polos brilló con auroras fantasmales la semana pasada durante la mayor tormenta geomagnética de 2010. El evento debe su origen a una erupción solar que se produjo unos días antes, tal y como se revela en detalle en un vídeo de alta velocidad filmado con el satélite Proba 2 de la ESA.
Erupciones como esta tienen varios componentes, sobre todo las erupciones solares y eyecciones de masa coronal (CMEs). Las llamaradas solares son causadas por emisiones impulsivas repentinas de energía magnética desde la superficie del sol.
La llamarada que se muestra aquí tuvo lugar a las 11.54 horas del sábado 3 de abril. También fue clasificado oficialmente como de 'temperatura débil', aunque alcanzase decenas de millones de grados y alrededor de la misma energía que consume la Humanidad en la Tierra al cabo de un año.
Es significativo que esta erupción fue alineada con la Tierra, lo que provocó el envío de un gran número de partículas cargadas que se acercaron a nosotros. Viajando a cerca de 500 kilómetros por segundo, el frente llegó a la Tierra el lunes siguiente, 5 de abril.
La tormenta geomagnética resultante fue la más poderosa en más de tres años. Provocó auroras deslumbrantes, pero no se informó de daños a los sistemas potencialmente susceptibles, como los satélites y el GPS, las comunicaciones y la infraestructura de energía eléctrica.
Las llamaradas solares son raramente vistas en la luz ordinaria, pero a menudo son espectaculares en longitudes de onda ultravioleta extrema.
Proba-2 mide solamente un metro cúbico. El satélite está repleto de tecnología, entre la que destaca su cámara SWAP, capaz de adquirir una imagen cada 100 segundos, lo que ha permitido contar con unas 40 imágenes, frente a las cinco o seis del satélite precedente, el SOHO, lo que permite ver con claridad toda la gama de fenómenos asociados a tal evento."