MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un pulpo de aguas profundas protege y cuida sus huevos hasta que eclosionan 4,5 años más tarde, según ha descubierto Bruce Robinson, del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey, (Estados Unidos).
Los pulpos tienen típicamente un único periodo reproductivo durante su vida, donde las hembras protegen y cuidan de sus huevos fertilizados hasta que nacen. Por lo general, los pulpos de aguas poco profundas cuidan de sus huevos durante entre uno y tres meses, pero se sabe poco acerca de la crianza de las especies de aguas profundas.
Mediante un vehículo de control remoto para controlar el cañón submarino de Monterrey, los autores de este estudio descubrieron un pulpo de aguas profundas en 2007 en el fondo marino a en torno 1.400 metros de profundidad.
Cuando volvieron en mayo de 2007, los expertos avistaron el mismo pulpo sobre la roca vigilando un nido de huevos. Los investigadores regresaron al lugar 18 veces en 53 meses para monitorizar el desarrollo de los huevos y medir la longitud de su periodo de cuidado desde el inicio.
Cada vez que los expertos retornaron al lugar, se encontraron con el mismo pulpo pegado a la pared vertical de la roca, cubriendo con sus patas los huevos. El crecimiento continuo de los huevos llevó a los científicos a la conclusión de que se trataba del mismo nido. Alrededor de 160 huevos salieron del cascarón en algún momento entre septiembre y octubre de 2011, 53 meses (casi 4,5 años) después de la primera observación en mayo de 2007.
INCUBACIÓN MÁS LARGA EN LA NATURALEZA
Un total de 53 meses es, con mucho, el periodo de incubación de un huevo más largo jamás detectado en una especie animal. Cuando se compara con la crianza de las especies de aguas poco profundas bien estudiadas, este hallazgo indica lo poco que se sabe acerca de las especies de aguas profundas y la necesidad de realizar más estudios.
"Estos sorprendentes resultados enfatizan la importancia del cuidado paterno en la producción de crías bien desarrolladas que pueden hacer frente a los rigores del hábitat de aguas profundas. Debido a que el periodo de cría depende de la temperatura, los hallazgos también proporcionan una advertencia sobre las potenciales consecuencias de nuestro clima cambiante", concluye Bruce Robinson. El estudio se publicó en Plos One.