MOSCU 30 Ago. (Reuters/EP) -
La agencia espacial de Rusia dio este martes luz verde a la reanudación de lanzamientos del principal cohete que utiliza para transportar satélites al espacio después de determinar la causa de un lanzamiento fallido este mes.
Roskosmos suspendió el uso de los cohetes Proton-M la semana pasada después del lanzamiento fallido ocurrido el 18 de agosto, que situó al satélite de comunicaciones Express-AM4 de 265 millones de dólares en la órbita equivocada.
Una comisión de investigación dijo que un problema con una parte de la unidad de aceleración Briz-M del cohete causó que éste perdiera su orientación, según dijo Roskosmos en un comunicado en su página web www.roscosmos.ru.
"Como resultado del trabajo de la comisión, la prohibición de preparativos para lanzamientos de cohetes Proton-M con impulsores Briz-M se ha levantado", dijo, y agregó que se harían las reparaciones recomendadas antes de futuros lanzamientos.
Roskosmos redactará un nuevo calendario de lanzamientos para el resto del 2011. Antes del accidente estaban programados hasta finales de año 10 lanzamientos más del Proton-M, el principal cohete ruso para satélites pesados comerciales y militares.
Una semana después de perder el Express-AM4, dado a conocer por su fabricante EADS como el satélite más potente jamás construido en Europa, una nave rusa no tripulada también fracasó, alterando la entrega de suministros a la tripulación de la Estación Espacial Internacional.
La nave Progreso, que iba a entregar combustible, alimentos y otros suministros a la estación y a los seis astronautas rusos, estadounidenses y japoneses que forman parte de su tripulación, se incendió en la atmósfera poco después de su despegue el 24 de agosto.
Roskosmos dijo el lunes que el regreso a la Tierra de tres miembros de la tripulación, previsto para el 8 de septiembre, se retrasaría alrededor de una semana, y que la próxima misión tripulada a la estación orbital se retrasaría al menos un mes desde su fecha prevista para el 22 de septiembre.
Cualquier retraso adicional podría obligar a que los funcionarios espaciales dejaran sin tripulación a la estación, un proyecto de 100.000 millones de dólares y 16 naciones construido principalmente por Estados Unidos y Rusia, por primera vez desde el 2000.