Los rorcuales comunes son los segundos mamíferos más grandes del planeta. - NOAA FISHERIES
MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -
Dos cables de telecomunicaciones de fibra óptica casi paralelos frente al archipiélago ártico noruego de Svalbard han sido usados para seguir a ocho rorcuales comunes durante cinco horas.
Los cables de fibra óptica bordean las costas de los continentes y atraviesan los océanos, transportando señales que son la columna vertebral de la comunicación en el mundo moderno. Si bien su trabajo principal son las telecomunicaciones, los investigadores han estado explorando formas de usar esta red gigante para espiar todo, desde tormentas hasta terremotos y ballenas.
"Este trabajo demuestra cómo pudimos ubicar y seguir simultáneamente a estas ballenas en un área de 1800 km2, con una inversión en infraestructura relativamente baja", dijo Martin Landro, director del Centro de Pronóstico Geofísico de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU) y uno de los miembros del equipo que hizo el trabajo.
El sistema que los investigadores usaron para este trabajo se llama Detección Acústica Distribuida DAS. Se basa en un instrumento llamado interrogador para enviar pulsos de láser a un sistema de fibra óptica y registra los pulsos de luz que regresan, esencialmente convirtiendo los cables en una serie de hidrófonos.
Landro y sus colegas comenzaron a explorar la capacidad de DAS para registrar vibraciones y sonidos submarinos en las aguas de Svalbard en junio de 2020, durante el apogeo de la pandemia de COVID-19. En ese momento, recopilaron 40 días de grabaciones y aproximadamente 250 terabytes de datos. A partir de estos datos, los investigadores pudieron identificar más de 800 cantos y llamadas de ballenas.
Los investigadores se han basado en este trabajo inicial para ampliar su capacidad de identificar diferentes especies de ballenas y realizar grabaciones en tiempo real desde los cables de fibra óptica en Svalbard.
Para este último esfuerzo, publicado en Frontiers of Marine Science, los investigadores tuvieron acceso a dos cables de fibra óptica casi paralelos de 250 km de largo que se extienden desde Longyearbyen, el asentamiento principal en Svalbard, hasta Ny-Alesund, un puesto avanzado de investigación al noroeste.
Los cables emparejados permitieron a los investigadores localizar las ballenas con una precisión de aproximadamente 100 metros, dentro de un área de aproximadamente 1800 km2.
"Esto demuestra que los dos cables de fibra son un medio muy efectivo para monitorear ballenas en el Ártico", dijo Landr*.
Las ballenas ya están cambiando la forma en que utilizan el Ártico y la Antártida como zonas de alimentación, y algunas investigaciones muestran que los rorcuales comunes han comenzado a pasar tiempo todo el año en las regiones árticas. Eso significa que el aumento del tráfico de barcos en estas áreas también puede aumentar la probabilidad de colisiones con barcos. El uso de la red de cable de fibra óptica existente y DAS podría ayudar a reducir esta posibilidad, dijeron los investigadores.
"Las capacidades demostradas aquí establecen el potencial para una capacidad de seguimiento de ballenas casi en tiempo real que podría aplicarse en cualquier parte del mundo donde haya ballenas y cables de fibra óptica", escribieron los investigadores. "Junto con la detección de barcos, utilizando un enfoque similar... se podría desarrollar un sistema para evitar colisiones en tiempo real para reducir las colisiones con barcos".