MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
La extraordinaria capacidad de vuelo de las semillas de diente de león es posible gracias a una forma de vuelo que no se ha visto antes en la naturaleza, según revela una investigación.
El descubrimiento, que confirma que esta planta común está entre los mejores voladores del mundo natural, muestra que el movimiento del aire alrededor y dentro de su paquete de cerdas en forma de paracaídas permite que las semillas recorran grandes distancias, a menudo un kilómetro o más, mantenidas a flote por la energía del viento.
Investigadores de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, realizaron experimentos para comprender mejor por qué las semillas de diente de león vuelan tan bien, a pesar de que su estructura de paracaídas se compone en gran parte de un espacio vacío. Su estudio reveló que se forma una burbuja de aire en forma de anillo a medida que el aire se mueve a través de las cerdas, lo que mejora el arrastre y retarda el descenso de cada semilla al suelo.
Esta nueva forma de burbuja de aire, que los científicos han llamado anillo de vórtice separado, se separa físicamente de las cerdas y se estabiliza por el aire que fluye a través de ella. La cantidad de aire que fluye a través, que es fundamental para mantener la burbuja estable y directamente sobre la semilla en vuelo, se controla con precisión mediante el espaciado de las cerdas.
UN PARACAÍDAS CUATRO VECES MÁS EFICIENTE QUE EL CONVENCIONAL
Este mecanismo de vuelo del paracaídas erizado sustenta el vuelo constante de las semillas. Según la investigación, es cuatro veces más eficiente que lo que es posible con el diseño de paracaídas convencional. Los científicos sugieren que el paracaídas poroso del diente de león podría inspirar el desarrollo de drones a pequeña escala que requieren poco o ningún consumo de energía, los cuales podrían ser útiles para la detección remota o el control de la contaminación del aire.
El estudio, publicado en 'Nature', fue financiado por Leverhulme Trust y la Royal Society. La directora del estudio, la doctora Cathal Cummins, de la Facultad de Ciencias Biológicas e Ingeniería de la Universidad de Edimburgo, apunta: "Mirar más de cerca las ingeniosas estructuras en la naturaleza, como el paracaídas del diente de león, puede revelar nuevas ideas. Encontramos una solución natural para los vuelos que minimizan los costos de materiales y energía que puede aplicarse a la ingeniería de tecnología sostenible".