MADRID 24 May. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Universidad de British Columbia, en Canadá, y el Instituto Smithsoniano, en Estados Unidos, han descubierto un órgano sensorial en las ballenas rorcuales, que coordina sus hábitos de alimentación - y puede ayudar a explicar su enorme tamaño. El estudio, publicado en portada en la revista 'Nature', detalla el descubrimiento de un órgano situado en la punta de la barbilla de la ballena, alojado en el tejido ligamentoso que une sus dos mandíbulas.
Las ballenas rorcuales son un subgrupo de ballenas, que incluyen a la ballena azul, la ballena de aleta, la ballena minke y la ballena jorobada. Estos animales se caracterizan por una capa de grasa, similar a un acordeón, que va desde la boca hasta el ombligo. Esta grasa se expande para permitir a las ballenas engullir grandes cantidades de agua cargadas de alimento, que luego expulsan para filtrar el krill y los peces.
La exploración de la barbilla de la ballena reveló un órgano sensorial, del tamaño de una uva, situado entre las mandíbulas. "Creemos que este órgano sensorial envía información al cerebro, a fin de coordinar el complejo mecanismo de alimentación, que implica la rotación de los maxilares y la lengua, y la inversión de los pliegues de la garganta y la capa de grasa", explica el coautor Nick Pyenson, paleobiólogo en el Instituto Smithsoniano, quien dirigió el estudio.
La ballena de aleta, la segunda ballena más larga del planeta, puede engullir hasta 80 metros cúbicos de agua y presas -una cantidad igual o mayor que el tamaño de la ballena en sí- en cada trago, en menos de seis segundos. Un estudio previo, realizado por el coautor del nuevo estudio, Jeremy Goldbogen, mostró que una ballena de aleta captura 10 kilogramos de krill en cada trago.
"En términos de evolución, este órgano sensorial desempeña un papel fundamental en uno de los métodos de alimentación más extremos entre las criaturas acuáticas", afirma el coautor y profesor de Zoología, Bob Shadwick. El experto explica que, "debido a que las características físicas requeridas para llevar a cabo este tipo de alimentación se desarrollaron antes de que las ballenas rorcuales alcanzaran su gran tamaño, lo más probable es que este órgano sensorial - y su papel en la coordinación de la alimentación- sea responsable de que las rorcuales sean los animales más grandes de la Tierra".