MADRID 2 Abr. (Reuters/EP) -
Sudáfrica y Australia, tradicionales rivales en el rugby, el cricket o la minería subterránea, vuelven a competir, en este caso
para ganar el derecho a ser sede del telescopio más potente del mundo.
Ambos países han quedado finalistas en un concurso para albergar un enorme complejo, conocido como el Square Kilometre Array (SKA), que será 50 veces más sensible y 10.000 veces más rápido que cualquier otro telescopio en el planeta, de acuerdo con el consorcio internacional que destinará 2.000 millones de euros a financiar el proyecto.
La pugna por el proyecto ha llegado a tal extremo que Sudáfrica acusa a Australia de trucos sucios y los australianos alimentan las dudas sobre la seguridad para un proyecto tan costoso en un lugar como África del Sur, que tiene altas tasas de crimen violento.
Informes en los medios de comunicación australianos sugieren que Sudáfrica puede tener la sartén por el mango con el consorcio detrás del telescopio a favor de su oferta, no tanto por su aprovechamiento para la ciencia sino más por el impacto económico que el proyecto tendrá para las economías emergentes de África.
El Sydney Morning Herald informó el mes pasado informó que un grupo de expertos había recomendado a Sudáfrica como anfitrión, después de que Australia - en una oferta conjunta con Nueva Zelanda - no pudiera convencer al panel.
"Creemos que tenemos una oferta superior y vamos a seguir discutiendo y empujando hasta que se tome la decisión y tenemos la esperanza de que todavía podemos ganar la elección del lugar", dijo el senador australiano Chris Evans la semana pasada en una conferencia de prensa.
Funcionarios sudafricanos dijeron que el país tiene la capacidad científica y técnica para acoger el proyecto, que se extendería a otros países africanos.
El consorcio que impulsa el telescipio tiene sede en Gran Bretaña e incluye a Canadá, China, Alemania, Italia, Países Bajos, el Reino Unido, así como Australia y Sudáfrica. La decisión final se espera para el miércoles. Hay indicios de que la decisión podría ser retrasada, sin embargo, mientras la crisis financiera mundial pueda afectar a la financiación.
El SKA no es un telescopio óptico. Se utilizarán 3.000 receptores para detectar señales de radiofrecuencia desde el espacio profundo, que luego serán procesadas por una super computadora con la capacidad de procesamiento de alrededor de mil millones de ordenadores personales.
El nombre proviene de la superficie de todos los receptores, que suman un total de un kilómetro cuadrado. Sus antenas y receptores se organizarán en un molinillo de cinco puntas que se extiende desde un centro situado en un lugar tan remoto como sea posible para que esté libre de interferencias de radio y sea capaz de captar las señales de los rincones más lejanos del universo.
"El SKA dará a los astrónomos una visión en la formación y evolución de las primeras estrellas y galaxias después del Big Bang, el papel del magnetismo cósmico, la naturaleza de la gravedad, y posiblemente incluso vida más allá de la Tierra", dijo el consorcio.
Sudáfrica alberga el Gran Telescopio del África meridional, el más grande de su tipo en el hemisferio sur. Australia acoge una estación de la red de espacio profundo de la NASA cerca de Canberra.