SANTANDER 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
El superordenador ALTAMIRA, infraestructura instalada en el Instituto de Física de Cantabria (IFCA), financiada a través de los fondos captados del programa Innocampus del Ministerio de Innovación, y en el marco de Cantabria Campus Internacional, está resultado clave en los estudios de Cosmología Moderna sobre el origen del Universo.
El origen del Universo sigue siendo una de las incógnitas fundamentales para la humanidad. Sin embargo, gracias a los modernos avances tecnológicos, la comunidad científica puede, por primera vez en la historia, dar una descripción detallada de lo que sucedió en esos primeros instantes.
De ahí que exista un gran número de proyectos científicos en marcha y previstos para los próximos años que tratan de resolver las principales preguntas sobre el Big Bang. Algunos de esos proyectos siguen su huella directa, la radiación del fondo cósmico de microondas (CMB por sus siglas en inglés), herramienta esencial en la Cosmología Moderna pues proporciona información muy valiosa sobre las primeras etapas del Universo y su evolución.
El modelo estándar de inflación cósmica del Universo, desarrollado en la década de 1980, vino a resolver varios de los problemas que planteaba la cosmología del Big Bang. Según éste, las minúsculas fluctuaciones en la temperatura de la radiación del CMB, que se miden en diferentes direcciones del cielo, siguen una distribución estadística normal (campana de Gauss). Por ello, la detección de desviaciones en este modelo tendría profundas implicaciones en la comprensión del Universo.
El Grupo de Investigación de Cosmología del IFCA, instituto mixto de la Universidad de Cantabria y el CSIC, en colaboración con otros grupos de centros extranjeros como la Universidad de Cambridge, analiza los mapas de fluctuaciones de la temperatura del CMB obtenidos mediante diferentes misiones espaciales, como la misión Planck de la Agencia Europea del Espacio (ESA).
Para ello, el grupo dirigido por Enrique Martínez González, profesor de investigación del CSIC, ha desarrollado nuevos algoritmos que permiten procesar estos mapas de alta resolución. El estudio óptimo de estas imágenes, en un tiempo razonable, dentro un entorno académico internacional muy competitivo, requiere el uso de modernos supercomputadores para extraer de estas imágenes toda la información científica relevante.
Las imágenes del cielo completo captadas desde el satélite Planck son grandes (más de 50 millones de pixeles) y los algoritmos aplicados para procesarlas son complejos e intensivos en tiempo de computación, lo cual hace inviable utilizar un ordenador personal para su análisis. En un supercomputador, el proceso de análisis de la imagen se "trocea" y se "reparte" entre sus múltiples procesadores.
Los investigadores de la misión Planck utilizan a la vez hasta 16 trabajos de análisis cada uno de ellos con 128 procesos, cerca del límite del superordenador ALTAMIRA.
Así, los cálculos que en un solo ordenador llevarían más de 200 años se han realizado en ALTAMIRA en poco más de tres meses. De este modo, la misión Planck ha podido presentar a la comunidad científica internacional sus conclusiones científicas más importantes en el 47º Simposio ESLAB organizado por la ESA en su sede en Noordwijk (Países Bajos) el pasado mes de abril.
Esto ha sido posible dedicando durante los días previos al congreso una gran parte del supercomputador a estos cálculos, del mismo modo que se hace cuando otros grupos de investigación necesitan concluir con urgencia los resultados a presentar.
De esta forma el supercomputador ALTAMIRA es en una herramienta clave para los grupos de la Universidad de Cantabria, ayudándoles a competir con otros de primera línea a nivel internacional.
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)