MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El telescopio espacial Fermi de la NASA ha realizado la primera detección inequívoca de rayos gamma de alta energía procedentes de una enigmático sistema binario conocido como Cygnus X3. Este sistema empareja una estrella caliente gigante con un objeto compacto -que puede ser una estrella de neutrones o un agujero negro-- desde el que surgen flujos de materia hacia el espacio a la mitad de la velocidad de la luz.
Los astrónomos llamnan a estos sistemas microcuásares --fuertes emisiones a lo largo de un amplio espectro de longitudes de onda, con rápidos cambios de brillo, y chorros de radiación-- que se muestran como versiones en miniatura de galaxias distantes denominadas cuásares, cuyas emisiones se cree deben ser alimentadas por enormes agujeros negros.
"Cygnus X-3 es un genuino microcuásar y es el primero en el que podemos probar las emisiones de rayos gamma de alta energía", declaró Stéphane Corbel, de la Universidad Diderot de Paris (Francia).
Este sistema, que se detectó por primera vez en 1966 entre las fuentes más potentes
de rayos X en el Universo, fue también considerado uno de los primeros orígenes de emisiones de rayos gamma. Los esfuerzos para confirmar esas observaciones ayudaron al diseño de detectores de rayos gamma mejorados, un legado que ha culminado con el telescopio LAT (Large Area Telescope) a bordo del Fermi.
En el centro de Cygnus X-3 se ubica una estrella del tipo Wolf-Rayet --estrellas masivas, calientes y evolucionadas que sufren grandes pérdidas de masa debido a intensos vientos estelares--. Con una temperatura en superficie 17 veces superior a la del Sol, la estrella es tan caliente que su masa se filtra al espacio en la forma de un poderoso flujo denominado viento estelar. "En unos 100.000 años, este veloz y denso viento remueve tanta masa de la estrella como contiene nuestro Sol", explicó Robin Corbet, de la Universidad de Maryland.
Cada 4,8 horas, una compañera compacta incrustada en un disco de gas caliente gira alrededor de la estrella. "Este objeto es probablamente un agujero negro, pero no podemos descartar que pueda ser una estrella de neutrones", declaró Corber. Durante ese movimiento orbital de 4,8 horas, las emisiones más brillantes de rayos gamma se producen cuando el disco está en la parte más alejada de su órbita. "Esto sugiere que los rayos gamma surgen de interacciones entre los electrones en rápido movimiento por encima y debajo del disco y la luz ultravioleta de la estrella", explica este investigador, cuyo trabajo se ha publicado en la revista Science