MADRID 15 Nov. (EUROPA PRESS) -
En contra de lo que se pensaba, el tyrannosaurus rex estaba lejos de ser un carroñero perseverante del Cretácico cuya larga cola sólo sirvió para contrarrestar el peso inicial de su cabeza monstruosamente grande.
Su capacidad física para el movimiento ha sido constatada finalmente en un estudio realizado por el estudiante graduado de la Universidad de Alberta Scott Persons. Su extensa investigación muestra que los poderosos músculos de su cola hicieron de este carnívoro gigante uno de los cazadores más rápidos de su tiempo.
Este estudiante de Paleontología comenzó su investigación mediante la comparación de las colas de los reptiles modernos, como los cocodrilos y dragones de Komodo con la cola del T.rex. Persons encontró que de todos los animales estudiados, los músculos más grandes en la cola estaban relacionados con los huesos de la pierna superior. Estos músculos --caudofemoralis-- proporcionan la energía necesaria para un movimiento de avance rápido. Pero advirtió que en la estructura de la cola de T.rex había una diferencia crucial.
Las colas de los animales modernos y del T.rex reciben su forma y fuerza de los huesos de costilla unidos a las vértebras. Pero Persons encontró que las costillas en la cola de T.rex se encuentraban mucho más altas en la cola. Eso deja mucho más espacio a lo largo del extremo inferior de la cola de los músculos caudofemoralis para expandirse. Sin huesos de las costillas para limitar el tamaño de los músculos caudofemoralis, éstos se convirtieron en una fuerza robusta que permitió correr a T.rex. Se calcula que su capacidad de movimiento fue infravalorada en un 45 por ciento.
En cuanto a la velocidad exacta del T.rex, los investigadores dicen que es difícil de medir, pero Persons dice que es probable que pudiera batir a cualquier otro animal en su ecosistema.