Varias pistas sugieren un nueva clase de agujero negro

Nuevo agujero negro
SMITHSONIAN
Actualizado: jueves, 9 septiembre 2010 15:52

MADRID 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un equipo internacional de astrónomos ha hallado varias pistas que podrían conducir a una nueva clase de agujero negro, tras el estudio de las imágenes capturadas por la ultraluminosa fuente de rayos X, 'HLX-1', del Very Large Telescope (VLT), perteneciente al Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés) en Chile.

El descubrimiento, publicado en 'Astrophysical Journal', detalla que los datos recopilados sobre la distancia y el brillo de la fuente muestran que podría contener un agujero negro de masa intermedia, localizado a u nos 300 millones de años luz de la Tierra.

Según explica la BBC, un agujero negro es la región del espacio con un campo gravitacional extremadamente poderoso que absorbe toda la luz que pasa cerca suya y no refleja ninguna. Si se confirma finalmente, 'HLX-1' podría clasificarse como un agujero negro de clase intermedia, algo que los astrofísicos sospechaban hasta la fecha que existía, por algunas pruebas.

El principal autor del estudio y profesor del departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Leicester, Klaas Wiersema, ha explicado que, previo al descubrimiento de la poderosa fuente de rayos- X, los astrónomos estaban acostumbrados a observar lo lejos que se encontraba el agujero, por lo que pueden verificar la cantidad de radiación que éste emana.

"Podemos ver por las imágenes tomadas por los grandes telescopios que una débil fuente óptica estaba presente cerca del corazón de una enorme y brillante galaxia. Sospechamos que esta fuente de luz estaba directamente asociada con la fuerte de rayos-X, aunque todavía nos falta estudiarla en detalle", ha agregado el experto.

En este sentido ha comentado que el VLT es capaz de medir con precisión tanto la distancia como los datos de 'HLX-1' que permiten a los astrónomos separar la luz de la brillante y enorme galaxia de la procedente del agujero negro.

Los astrónomos creen que los centros de muchas galaxias contienen agujeros negros súper masivos y los intermedios, como sería el caso de 'HLX-1', serían sus 'hijos pequeños'.