MADRID, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cambios en la actividad solar influyen en el color y la formación de las nubes atmosféricas del remoto planeta Urano, produciendo alteraciones en el brillo como resultado.
El planeta helado es el segundo más alejado del sol en el sistema solar y tarda 84 años terrestres en completar una órbita completa, un año uraniano.
En la nueva investigación, científicos de las universidad de Oxford y Reading encontraron que, una vez que se toman en cuenta las largas y extrañas estaciones del planeta, parece más brillante y tenue en un ciclo de 11 años. Este es el ciclo regular de actividad solar que también afecta las manchas solares.
Karen Aplin, del Departamento de Física de la Universidad de Oxford, llevó a cabo la investigación con Giles Harrison, un físico atmosférico del Departamento de Meteorología de la Universidad de Reading.
"La atmósfera alrededor de Urano es una de las más frías del sistema solar, pero todavía contiene nubes y hielo, como nuestra propia atmósfera aquí en la Tierra. El brillo cambiante del planeta muestra que algo está sucediendo a las nubes. Hemos encontrado que el cambio es causado por dos procesos", explica Aplin en un comunicado.
Según explicó, uno es químico, causado por la fluctuación de los niveles de luz solar ultravioleta que altera el color de las partículas en la atmósfera. El otro se debe a las partículas de alta velocidad provenientes del exterior del sistema solar, conocidas como rayos cósmicos galácticos, que bombardean la atmósfera e influyen en la formación de las nubes ".
Los científicos utilizaron los datos de telescopios en la Tierra, así como los rayos cósmicos medidos por la nave espacial Voyager 2, para hacer su evaluación.
El profesor Harrison dijo: "El sol tiene un campo magnético que desvía los rayos cósmicos del sistema solar, incluso aquí en la Tierra. Esta protección se reduce cuando la actividad solar está en su nivel más bajo cada 11 años, lo que significa que se puede obtener más radiación cósmica.
"La atmósfera de Urano es, como la de Neptuno, una 'cámara de nubes' gigante, capaz de responder a las partículas energéticas entrantes. Es sorprendente que los efectos sean visibles incluso desde la Tierra, a más de mil millones de kilómetros de distancia ".
La investigación, publicada en la revista Geophysical Research Letters, sigue investigaciones anteriores de los mismos autores que muestran un efecto similar en la atmósfera de Neptuno, el planeta más alejado del sol. Los documentos proporcionan la primera evidencia de que dos atmósferas planetarias tienen variaciones similares, en ambos casos originadas en su estrella anfitriona.