MADRID 26 May. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Univsersidad de Manchester están llevando a cabo un nuevo proyecto con el que están explorando las diferentes formas de reducir el tamaño y peso de las baterías y extender su vida útil mediante la adición de grafeno como material componente.
"Pero antes de construir las baterías, se necesita saber cómo va a interactuar el grafeno con los componentes químicos, especialmente los electrolitos", ha indicado uno de los responsables de este trabajo, Andrew Forsyth.
Su colega, el profesor Robert Dryfe, ha llevado a cabo experimentos para analizar las interacciones químicas entre los iones de grafeno y litio. Además, está explorando cómo los electrones se transfieren rápidamente a través de grafeno y la magnitud de la capacitancia (la cantidad de energía eléctrica que se puede almacenar en las superficies de grafeno).
Otro objetivo del proyecto es crear supercondensadores basados en el grafeno, que tienden a tener una capacidad de potencia alta y una mayor vida útil que las baterías, pero menor capacidad de almacenamiento de energía. Sin embargo, son muy prometedoras para complementar las baterías como parte de una solución de almacenamiento integrada.
Según el profesor Forsyth una combinación de baterías y supercondensadores grafeno podría dar a las ventas de coches eléctricos un empuje serio. Según ha explicado, a día de hoy esos vehículos verdes funcionan con baterías que pesan 200 kilogramos. Si el grafeno puede reducir el peso de estas baterías mejoraría la eficiencia del vehículo y aumentaría la autonomía de los coches eléctricos hasta más allá de 100 kilómetros, una limitación que, a juicio del experto, impide actualmente su adopción generalizada.