Asteroide VestaNASA/JPL-CALTECH/UCAL/MPS/DLR/IDA
MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
La detallada cartografía de Vesta obtenida por la misión Dawn de la NASA apunta a que el segundo asteroide en tamaño del cinturón principal se originó en una colisión cósmica de 'golpe y fuga'.
En particular, Vesta ha mantenido su corteza, manto y núcleo metálico, al igual que la Tierra. Pero en el polo sur de Vesta es inusualmente gruesa.
En un artículo recién publicado en Nature Geoscience, Yi-Jen Lai de la Macquarie University y sus colegas proponen una nueva historia evolutiva de Vesta con un impacto gigante. Esto se basa en determinaciones precisas de la edad de los cristales de circonio de las mesosideritas, un tipo de enigmático de meteorito de Vesta, y resuelve las incertidumbres pasadas sobre la evolución de Vesta.
Las mesosideritas son un tipo de meteorito de hierro pedregoso, que consiste en materiales de corteza y núcleo fundido de un asteroide. Estos misteriosos y raros meteoritos ofrecen una visión única de la catastrófica desintegración de los asteroides diferenciados (en capas), como muy probablemente es Vesta.
La autora principal, Makiko Haba, del Instituto de Tecnología de Tokio, dice: "El principal desafío es que se han reportado menos de 10 granos de circón favorables para la datación por edades durante algunas décadas. Desarrollamos un nuevo método para encontrar circonitas en mesosideritas y, finalmente, preparamos suficientes granos para este estudio".
El equipo realizó dataciones de alta precisión utilizando los isótopos de uranio y plomo de dos docenas de circones en mesosideritas en la universidad de investigación de geociencias más importante del mundo, la ETH Zurich en Suiza.
Yi-Jen Lai dice: "Descubrimos dos fechas importantes: hace 4.558,5 y 4.525,39 millones de años, que se relacionan con la formación inicial de la corteza y la mezcla de metal-silicato causada por una colisión cósmica de 'golpe y fuga'".
Los investigadores proponen la nueva explicación de estos dos importantes puntos temporales nuevos. En el nuevo modelo, después de que Vesta ya se había diferenciado en distintas capas de corteza, manto y núcleo, otro asteroide de aproximadamente una décima parte del tamaño de Vesta se estrelló contra él, causando la ruptura a gran escala del hemisferio norte.
Los escombros de este impacto, compuestos por las tres capas de Vesta, se atoraron en el hemisferio sur de Vesta, explicando la corteza inusualmente gruesa que la nave espacial Dawn de la NASA detectó en el polo sur de Vesta. El nuevo modelo también explica con éxito la forma distintiva de Vesta y la falta de olivina del manto en los meteoritos de Vesta.
El equipo cree que el concepto se puede aplicar a otros cuerpos planetarios para reconstruir sus historias.