Impresión artística de CHEOPS - ESA / ATG MEDIALAB
MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ESA ha prorrogado la misión del telescopio espacial CHEOPS, centrada en la búsqueda de exoplanetas. Lanzada en 2019, su misión concluía en diciembre de este año pero ahora se extiende hasta 2026.
Dirigida por la Universidad de Berna en colaboración con la Universidad de Ginebra, CHEOPS (CHaracterising ExOPlanets Satellite) es una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea y Suiza.
A diferencia de los anteriores satélites diseñados para encontrar nuevos exoplanetas -planetas que orbitan alrededor de estrellas distintas de nuestro Sol- mediante la observación simultánea de decenas de miles de estrellas, CHEOPS se ha optimizado para observar una sola estrella a la vez y se dirige a estrellas de las que ya se sabe que albergan exoplanetas. El objetivo de CHEOPS es, por tanto, ir más allá de un mero censo de exoplanetas y medir algunas de sus características clave, en particular su tamaño, con una precisión exquisita.
Esta precisión es la que permite a los astrónomos deducir de qué están hechos estos planetas: combinando la medida del tamaño de CHEOPS con la masa planetaria conocida previamente se obtiene la densidad: los planetas densos como la Tierra están compuestos principalmente de rocas y metales, mientras que los planetas con densidades bajas como Júpiter están formados sobre todo por gas. Dado que estas composiciones son el resultado del proceso de formación de los planetas, conocerlas abre una ventana a la historia pasada de los sistemas planetarios, poniendo en contexto nuestro propio Sistema Solar.
"En este sentido, la misión ha sido extremadamente exitosa", destaca en un comunicado Willy Benz, profesor emérito de astrofísica de la Universidad de Berna y jefe del consorcio CHEOPS. "La precisión de CHEOPS ha superado todas las expectativas y nos ha permitido determinar propiedades de varios de los exoplanetas más interesantes."
Por ejemplo, al observar de cerca cómo cambia la luminosidad cuando el planeta WASP-103b pasa por delante de su estrella, los científicos del equipo CHEOPS han observado que el planeta se deforma en forma de balón de rugby debido a la intensa gravedad de la estrella cercana. Tales planetas son tan calientes que CHEOPS también ha sido capaz de detectarlos brillando a lo largo de su órbita alrededor de sus estrellas.
"El brillo detectado con CHEOPS para el planeta WASP-189b es sólo una millonésima parte de la luz emitida por la estrella, y está relacionado con la temperatura de la atmósfera del planeta y su cobertura de nubes. Así pues, está claro que CHEOPS puede hacer mucho más que "simplemente" medir el tamaño de los planetas", explica el profesor David Ehrenreich, de la Universidad de Ginebra, que copreside el equipo internacional de más de cien científicos implicados en la explotación de la misión.
Con la recién aprobada ampliación de la misión, el equipo de CHEOPS planea seguir utilizando CHEOPS para lo que mejor sabe hacer y, al mismo tiempo, probar nuevas observaciones. "Sólo hemos arañado la superficie de las capacidades de CHEOPS, hay mucha más ciencia que se puede hacer con el satélite y estamos deseando explorarla durante la extensión", declara Benz. "Un resultado muy emocionante sería el descubrimiento de la primera exoluna", revela Ehrenreich.