MADRID 14 May. (EUROPA PRESS) -
La fundación Space College, en colaboración con otras asociaciones, ha iniciado una campaña de crowdfunding para obtener información para traer de vuelta a la Tierra la sonda Explorador Internacional Sol-Tierra (ISEE-3) de la NASA. Esta nave, lanzada en 1978, lleva desde 1997 vagando sin función alguna y los funcionarios de la agencia espacial estadounidense han confirmado que ya no tienen el equipo que les permite comunicarse con ella.
Pero el objetivo de la fundación no es sólo recuperar el aparato, sino sus datos. Esta nave fue enviada al espacio para estudiar la magnetosfera del planeta pero, posteriormente fue usada para investigar acerca de comentas. De hecho, los expertos apuntan que se trata de la primera sonda que ha estudiado de cerca uno de estos cuerpos.
Aquellos que quieran participar en traer a ISEE-3 de regreso, pueden hacer donaciones en http://www.rockethub.com/42228#description-tab hasta el próximo 18 de mayo. La meta es llegar a 125.000 dólares.
Tras 17 años vagando por el espacio, la nave de la NASA volvía a ponerse de actualidad tras ser localizada por el Centro para la Investigación del Instituto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), a pesar de que su señal era muy débil.
Entonces, la nave espacial estaba a un poco más de 0,3 UA de la Tierra (unos 45 millones de kilómetros) y, tal y como se ha calculado, se acercará al planeta poco a poco, alcanzando su máximo acercamiento el próximo 9 de agosto.
El SETI ha explicado que ese día la señal debe ser 10.000 veces más fuerte de lo que es ahora. Por su parte, la agencia espacial estadounidense ha explicado que entusiastas de la radio de todo el mundo están tratando de encontrar una manera de comunicarse con ISEE-3 y ordenarle que comience a enviar cualquier dato que haya reunido en sus últimos años en el espacio.
TRES DÉCADAS DE TRABAJO
ISEE-3, posteriormente llamada ICE, fue lanzada al espacio el 12 de agosto de 1978 con una masa total de 390 kilogramos y alimentada por paneles solares. Esta nave era parte del trío de sondas que fueron enviadas por la NASA en órbitas que se alejaban mucho de la Tierra para investigar el viento solar, la magnetosfera, el plasma y los rayos cósmicos.
Una vez cumplido su objetivo en 1982 se propuso una nueva misión para la nave: estudiar un cometa. La nave tuvo que realizar numerosas maniobras espaciales y sobrevuelos de la Tierra y la Luna en los siguientes dos años para poder tomar una órbita heliocéntrica, lo que consiguió a finales de 1983.
Tras este logro, la nave debía estudiar la atmósfera del cometa y su interacción con el viento solar y el medio interplanetario. Tras realizar sus mediciones del cometa Giacobini-Zinner en septiembre de 1985, se dirigió a una zona del espacio entre el Sol y el cometa Halley para tomar los datos del medio interplanetario mientras otras sondas investigaban el famoso cometa.
En 1991 la nave fue encomendada para estudiar las eyecciones solares y los rayos cósmicos, realizando observaciones simultaneas con la sonda Ulysses. Finalmente, y tras calcular que en 2014 debería pasar cerca del planeta, los funcionarios de la NASA dieron por finalizados sus servicios y en 1997 la nave fue declarada 'no funcional' y dejada a su suerte a pesar del hilo de comunicación que aun quedaba.
Sin embargo, se decidió dejar el transmisor encendido para que en 1999 se pudiera seguir su señal al pasar la sonda por detrás del Sol y estudiar como era afectada. Tras el experimento la sonda debía ser apagada al desconectar su transmisor, pero no se hizo, lo que ahora ha permitido su localización de nuevo.