MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
El rover Curiosity de la NASA ha cumplido 687 días explorando Marte, tiempo que equivale a un año de dicho planeta. La agencia espacial estadounidense ha destacado que, en este periodo, el robot ha cumplido su objetivo principal: determinar que las condiciones ambientales de Marte son favorables para la vida microbiana.
Curiosity llegó al planeta rojo en agosto de 2012 y aterrizó en un antiguo cauce del río, en una zona conocida como 'Yellowknife Bay'. La misión tenía como objetivo principal determinar si este lugar fue habitable para formas de vida simples en algún momento de su historia.
Tras meses de investigaciones, el rover obtuvo un 'si' como respuesta, después de lograr otro hito para la ciencia, cuando taladró por primera vez una roca marciana. El análisis de estas muestras reveló que el sitio había sido una vez el lecho del lago de agua, con los ingredientes elementales esenciales para la vida, y un tipo de fuente de energía química utilizada por algunos microbios en la Tierra. "Si en Marte había organismos vivos, esto habría sido un buen hogar para ellos", ha explicado la NASA.
MEDICIÓN DE RADIACIÓN Y ESTUDIO DE LA ATMÓSFERA
Pero durante este primer año marciano, Curiosity también ha llevado a cabo una evaluación de los niveles naturales de radiación, tanto durante el vuelo a Marte, como en la superficie marciana; ha medido los elementos en la atmósfera de Marte, que indican que gran parte desapareció por procesos que favorecen la pérdida de átomos ligeros; y ha hecho las primeras dataciones de una roca en Marte y de sus suelos.
Además, el rover ha hecho una pausa en su camino hacia el monte Sharp --su próximo objetivo de estudio-- para perforar y recoger una muestra de una zona de arenisca llamada 'Windjana', interesante para los científicos porque contiene más de magnetita que las muestras anteriores que se han analizado en la superficie del planeta rojo.
Las indicaciones preliminares son que la roca contiene una mezcla más diversa de minerales de arcilla que la que se encuentra en las rocas perforadas previamente durante la misión. Concretamente, es un feldespato rico en potasio, que es uno de los minerales más abundantes en la corteza de la Tierra que nunca antes habían sido detectados en Marte.
Este hallazgo implica que algunas rocas marcianas pueden haber experimentado un procesamiento geológico compleja, como múltiples episodios de fusión. "Es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero esperamos que los resultados de las futuras investigaciones en el monte Sharp nos ayuden a entender mejor estos elementos", ha indicado uno de los responsables de la misión, John Grotzinger.
Pero no todo han sido logros. Curiosity se ha tenido que reponer en este tiempo de un problema es sus ruedas, que se han visto dañadas debido a sus largos recorridos por Marte. De hecho, a finales de 2013, el equipo tuvo que rediseñar las rutas y los métodos de conducción del rover para evitar daños mayores.