Vela de LightSail 2 con la Tierra de fondo - THE PLANETARY SOCIETY
MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
Dos años después de su lanzamiento a la órbita, el primer satélite con propulsión fotónica, LightSail 2, sigue navegando y la nave ha completado su primer año de operaciones extendidas.
A pesar de algunas anomalías y degradaciones de la nave espacial, las modificaciones recientes del software han permitido que la nave navegue tan bien o mejor que al comienzo de la misión, según The Planetary Society, que financió el proyecto.
LightSail 2, un demostrador tecnológico de la propulsión fotónica, todavía está funcionando y a una altitud en la que se puede continuar experimentando con la navegación propulsada por la luz solar. Con el tiempo, la resistencia atmosférica hará que la nave espacial baje lo suficiente como para que experimente una reentrada ardiente. "No se puede decir con certeza cuándo ocurrirá eso, pero no será pronto", afirman sus impulsores.
Su altitud promedio, actualmente a unos 692 kilómetros sobre la superficie de la Tierra, solo ha disminuido unos 25 kilómetros desde el inicio de la misión en 2019. La actividad solar por debajo del promedio ha mantenido la atmósfera superior de la Tierra en calma, creando menos resistencia a la vela. La nave espacial también compensa parte del arrastre con el empuje obtenido por la navegación solar.
The Planetary Society prevé operar LightSail 2 el mayor tiempo posible para aprender más sobre la navegación solar, las operaciones de las naves espaciales de vela solar y la evolución de la vela y las botavaras a lo largo del tiempo.
La nave, que tiene el tamaño de una barra de pan, está impulasada por el efecto de la luz solar en una vela de 32 metros cuadrados, la mitad de un ring de boxeo. Ese impulso la mantiene en órbita sin necesidad de otra clase de propulsión.