Material azul en la superficie de Ceres - NASA/DLR
MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un equipo dirigido por el científico planetario de la agencia espacial alemana DLR Stefan Schröder ha resuelto el misterio del color azul con que se ven zonas del planeta enano Ceres.
En las imágenes de Ceres adquiridas por el instrumento alemán a bordo del orbitador Dawn de la NASA --que visitó Ceres de 2015 a 2018--, así como en las medidas espectrales de la nave espacial, algunas regiones destacaron por su inusual color azul. El origen de este color seguía siendo un misterio hasta ahora.
Nuevos experimentos de laboratorio determinan que eventos de impacto experimentados por Ceres durante el pasado reciente provocaron que material mezclado con hielo subiera a la superficie. El hielo de agua incrustado en la estructura cristalina de los minerales de arcilla se sublimó. Lo que quedó fue un polvo finamente poroso que refleja la luz del sol con un color azul debido a su estructura "esponjosa".
"Ceres no tiene atmósfera, por lo que el hielo de agua no es estable en la superficie del planeta enano y se sublima rápidamente. Esto significa que pasa directamente de la fase sólida a la fase gaseosa", explica en un comunicado Schröder, del Instituto DLR de Investigación Planetaria.
"En el laboratorio, ahora hemos podido simular lo que sucede cuando el hielo de agua, como el inicialmente introducido en la estructura cristalina de minerales muy específicos por impactos sobre Ceres y luego transportado a la superficie, se escapa de allí al espacio. Lo que queda en Ceres es una capa de polvo finamente porosa, casi esponjosa, que es responsable de las superficies azuladas y brillantes de algunos cráteres de impacto recientes".
Schröder y sus colegas de la Universidad de Grenoble y el Instituto de Astrofísica Espacial y Planetología en Roma llegaron a esta conclusión después de sus experimentos. En el transcurso de poco menos de una semana, observaron material que contenía hielo de agua, que corresponde al material presente en los parches sorprendentemente azules en Ceres, en el laboratorio en condiciones de vacío y temperaturas similares a las del cinturón exterior de asteroides.
Los investigadores informan sobre sus hallazgos en Nature Communications.