Misión Solar Orbiter - ESA - Archivo
MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Centro de Astronomía Espacial Europeo (ESAC) de la ESA en Madrid, será responsable de la planificación de la misión Solar Orbiter, cuyo lanzamiento está previsto para el próximo 6 de febrero.
Solar Orbiter se acercará al Sol cada cinco meses para efectuar estudios cercanos y en alta resolución de nuestra estrella y la heliosfera interior. Con este fin, se enfrentará al calor abrasador para acercar sus telescopios a tan solo un quinto de la distancia de la Tierra al Sol.
Según informa la ESA, dado que las características orbitales de la misión varían significativamente de una órbita a otra, el equipo científico y el SOC deben contar en todo momento con una detallada planificación, que se llevará a cabo en el ESAC, centro de la ESA especializado en astronomía espacial, ubicado en Villanueva de la Cañada, a 35 kilómetros de la capital de España.
Además, este centro de operaciones también será responsable de archivar todos los datos de la misión, de forma que queden fácilmente accesibles para toda la comunidad científica, con el objetivo de asegurar el legado de la misión.
Solar Orbiter se comunicará con la Tierra a través de la red de seguimiento del espacio profundo de la ESA, Estrack.
La nave no se comunicará en tiempo real con la Tierra durante los sobrevuelos, sino que las solicitudes de operaciones de la carga útil se transmitirán desde el centro de operaciones de la misión de ESOC, en Darmstadt (Alemania).
Los datos científicos resultantes se recopilarán y almacenarán en el satélite y luego se descargarán durante una serie de ventanas de ocho horas designadas para la comunicación con la estación terrestre de 35 metros de la ESA en Malargüe (Argentina). Otras estaciones de Estrack funcionarán a modo de respaldo, como la de Nueva Norcia (Australia) y la de Cebreros, en Ávila.
OBJETIVO: UNA MEJOR COMPRENSIÓN DEL SOL
El satélite Solar Orbiter será lanzado desde Cabo Cañaveral, en Florida, a bordo de un cohete Atlas V 411 suministrado por la NASA el próximo 6 de febrero de este año. Tras la ronda inicial para la puesta en servicio de sus sistemas e instrumentos, efectuará el primer pase frente al Sol en junio, con la nave a la mitad de la distancia de la órbita terrestre al Sol.
Durante el resto de la fase de crucero, que durará hasta noviembre de 2021, Solar Orbiter efectuará dos maniobras de asistencia gravitatoria alrededor de Venus y otra alrededor de la Tierra para alterar la trayectoria de la nave y dirigirla hacia las regiones interiores del Sistema Solar.
Al mismo tiempo, Solar Orbiter recopilará datos 'in situ' y caracterizará y calibrará sus instrumentos de detección remota. El primer pase cercano tendrá lugar a finales de marzo de 2022, a un tercio aproximadamente de la distancia de la Tierra al Sol.
Para cuando haya llegado a las inmediaciones de la estrella, la nave estará en una órbita elíptica de 180 días. Esto significa que llegará al punto de máximo acercamiento al Sol cada seis meses. Durante estos acercamientos, Solar Orbiter sobrevolará a menos de 43 millones de kilómetros, o unos 60 radios solares, de la superficie del Sol.
La órbita de la nave se ha elegido "en resonancia" con Venus, lo que significa que regresará a las inmediaciones de dicho planeta cada pocas órbitas para poder utilizar de nuevo su gravedad para desviar o inclinar la órbita correspondiente. Al principio, Solar Orbiter se mantendrá en el mismo plano que los planetas, pero cada encuentro con Venus aumentará su inclinación orbital. Por eso, cada vez que Solar Orbiter se encuentre con el Sol, lo verá desde una perspectiva distinta.
Está previsto que la misión científica de Solar Orbiter dure cuatro años. Durante este periodo, la inclinación de la órbita debería alcanzar 17 grados. De esta forma, el satélite podrá tomar por primera vez imágenes de las regiones cercanas a los polos solares (no visibles desde la Tierra). Durante la fase ampliada propuesta para la misión, Solar Orbiter incrementaría su inclinación hasta los 33 grados, para obtener una línea de visión aún más directa de las regiones polares.
El objetivo de esta misión de la ESA es entender mejor cómo funciona el Sol y cómo las tormentas solares afectan a la Tierra y a todo el Sistema Solar. "Solar Orbiter está listo para responder algunas de las preguntas científicas más importantes sobre nuestra estrella, y sus datos nos ayudarán a proteger mejor nuestro planeta de los desafíos globales del clima espacial", señaló el director de Ciencia de la ESA, Günther Hasinger.