Visualización del retornador de muestras para Titán - KATHERINE MILLER
MADRID, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El programa de iniciativa de conceptos avanzados (NAIC) de la NASA ha presentado un novedoso sistema de retorno de muestras a la Tierra que aprovecha recursos en destino como propulsor para la vuelta.
Aplicado al escenario concreto de la luna Titán de Saturno, esta propuesta utiliza propulsores volátiles in situ disponibles en su superficie. La idea es proporcionar un sistema de devolución a la Tierra de las muestras que obtenga la misión Dragonfly, un artefacto volador que se prevé enviar en 2027 para llegar a Titán en 2036 con el objetivo de explorar Titán.
Este enfoque para Titán es muy diferente de todos los conceptos convencionales de utilización de recursos in situ, y logrará un retorno de gran valor científico hacia la ciencia planetaria, la astrobiología y la comprensión del origen de la vida, que es un orden de magnitud más difícil que otras misiones de retorno de muestras, explica en un comunicado Steven Oleson, del centro de investigación Glenn de la NASA, para argumentar este planteamiento de misión.
Por lo general, las misiones a objetos celestes distantes necesitan traer suficiente propulsor para el viaje de regreso (lo que significa mucha masa adicional y costos más altos) o tener una batería nuclear que pueda proporcionar energía durante varios años.
Como se puede ver en la ilustración, el nuevo planteamiento consistiría en un módulo de aterrizaje y un vehículo de ascenso. Una vez que se posaran en la superficie de Titán, podrían ayudar a la misión Dragonfly al recibir muestras recolectadas por el quadcopter.
Usando recursos recolectados in situ, el módulo de aterrizaje podría proporcionar metano líquido y combustible de oxígeno líquido (creado a partir del hielo local) para el vehículo de ascenso. Este vehículo luego se cargaría con muestras recolectadas por Dragonfly y luego las llevaría de regreso a la Tierra.
Al no transportar su propio propulsor, el elemento de retorno de muestra de la misión tendría una masa total menor y, por lo tanto, su lanzamiento costaría menos.