El arnés de vuelo del Telescopio Espacial Romano Nancy Grace se transfiere de la estructura de la maqueta a la estructura de vuelo de la nave espacial. - NASA/CHRIS GUNN
MADRID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
La NASA ha comenzado a integrar y probar el cableado eléctrico o arnés del telescopio espacial Nancy Grace Roman, que permite que diferentes partes del observatorio se comuniquen entre sí.
Además, el arnés proporciona energía y ayuda a la computadora central a monitorear el funcionamiento del observatorio a través de una serie de sensores. Esto acerca la misión un paso más a estudiar miles de millones de objetos cósmicos y desentrañar misterios como la energía oscura tras su lanzamiento en mayo de 2027.
"Así como el sistema nervioso transporta señales por todo el cuerpo humano, el arnés de Roman conecta sus componentes, proporcionando energía y comandos a cada caja e instrumento electrónico", dijo en un comunicado Deneen Ferro, líder de desarrollo del proyecto de arnés de Roman en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA. "Sin arnés, no hay nave espacial".
Con un peso de alrededor de 450 kilos, el arnés se compone de aproximadamente 32.000 cables y 900 conectores. Si los cables se colocaran de un extremo a otro, abarcarían 72 kilómetros. Dirigidos hacia arriba, alcanzarían ocho veces la altura del pico del Monte Everest.
Para fabricarlo, en el transcurso de aproximadamente dos años, un equipo de 11 técnicos de Goddard pasaron tiempo en la mesa de trabajo y se subieron a escaleras, cortando cables a medida, limpiando meticulosamente cada componente y conectando todo repetidamente.
Todo el arnés se construyó sobre una estructura de maqueta de un observatorio antes de ser transportado al Simulador de Entorno Espacial de Goddard, una enorme cámara de vacío térmico utilizada en este caso para el "bakeout".
Cuando observatorios como Roman se envían al espacio, el vacío resultante y las temperaturas orbitales pueden hacer que ciertos materiales liberen vapores dañinos, que luego pueden condensarse dentro de la electrónica y crear problemas como cortocircuitos o depósitos en la óptica sensible, degradando el rendimiento del telescopio. Bakeout libera estos gases en la Tierra para que no se emitan dentro de la nave espacial cuando está en el espacio.
Ahora, los ingenieros tejerán el arnés a través de la estructura de vuelo en la gran sala limpia de Goddard. Este proceso continuo continuará hasta que se ensamblen la mayoría de los componentes de la nave espacial. Mientras tanto, el equipo de Goddard pronto comenzará a instalar cajas electrónicas que eventualmente proporcionarán energía a través del arnés a todos los instrumentos científicos de la nave espacial.
Roman, cuyo lanzamiento se espera para 2027, es un observatorio de próxima generación que observará vastas extensiones de espacio y tiempo para estudiar el universo infrarrojo. Gracias al enorme campo de visión de la misión y las rápidas velocidades de exploración, los astrónomos podrán observar planetas por miles, galaxias por millones y estrellas por miles de millones.
Los astrónomos esperan que Roman revele un número significativo de mundos rocosos dentro y más allá de la región donde puede existir agua líquida. Las observaciones de la misión también ayudarán a iluminar dos de los mayores acertijos cósmicos: la energía oscura y la materia oscura.