MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
La NASA lanza este jueves la nave Magnetospheric Multiscale Spacecraft (MMS), una misión de dos años dedicada a uno de los procesos físicos más básicos en el Universo: la reconexión magnética.
La misión volará, a bordo de un Atlas V, cuatro naves espaciales idénticas en una pirámide de formación y usará la magnetosfera de la Tierra como un laboratorio para estudiar cómo el campo magnético del Sol se fusiona con el campo magnético de la Tierra, convirtiendo de forma explosiva la energía magnética en calor y energía cinética.
"Con MMS, tendremos la primera oportunidad de ver la reconexión magnética desde el interior", ha explicado uno de los responsables de este proyecto, Jim Burch, del Southwest Research Instittute..
La reconexión magnética produce muchos fenómenos intensos, desde las erupciones solares hasta las auroras de rayos cósmicos de alta energía para las emisiones de rayos-X. Es el último conductor del clima espacial, que afecta a las tecnologías, a las comunicaciones, la navegación y las redes de energía, así como a la salud y a la seguridad de los astronautas.
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"Esta investigación también es importante para la investigación de la fusión nuclear, donde la reconexión magnética ha demostrado ser un serio obstáculo para aprovechar esta fuente de energía potencial", ha apuntado Burch.
La nave espacial MMS incluye 100 instrumentos, 25 en cada unidad. Entre ellos destacan los analizadores de composición de plasma caliente (HPCA). HPCA estudia la fracción variable de los iones de oxígeno que se encuentran en los plasmas en la magnetosfera de la Tierra. El instrumento también mide la densidad, velocidad, y la temperatura de todas las especies de iones en el plasma con una precisión sin precedentes.