MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) - La nave de carga Dragon, de la empresa SpaceX, ha llegado con éxito a su destino, la Estación Espacial Internacional (ISS). El aparato ha sido 'atrapado' alrededor de las 12.00 horas (hora peninsular española) por los miembros de la tripulación con el brazo robótico del complejo orbital. Dragon carga con más de 2,6 toneladas de experimentos científicos, demostraciones de tecnología, equipos para la tripulación, repuestos, alimentos, agua, ropa y equipo de investigación variado. Entre los utensilios se encuentra un instrumento láser de teledetección para medir las nubes y la ubicación y distribución de la contaminación, el polvo, el humo y otras partículas y aerosoles en la atmósfera. Además, se ha incluido en la carga la reconstrucción de los experimentos perdidos en la explosión del cohete Antares el pasado 29 de octubre y que estaban construidos por estudiantes estadounidenses. La tripulación de la ISS esperaba esta carga desde el pasado mes de diciembre. Y es que el lanzamiento de esta nave fue cancelado el pasado 16 de diciembre, después de que el cohete Falcon 9 registrara fallos en su proceso de encendido, sufriendo incluso un pequeño incendio. Finalmente, los expertos eligieron el 6 de enero como fecha de despegue, teniendo también en cuenta los conocidos como 'ángulos beta'. Son aquellos existentes entre el plano de la órbita de la ISS y el Sol, lo que provoca que la estación orbital tenga luz constante durante un período de 10 días. Esta 'anomalía' entorpece el atraque de la nave. Según ha explicado la NASA, durante este tiempo hay limitaciones térmicas y operativas que prohíben que Dragón atraque. Este ángulo se dió en el periodo del 28 de diciembre al 7 de enero. El lanzamiento de esta misión también ha sido de gran importancia porque se ha utilizado para probar si es posible el 'reciclado' de cohetes, un intento que ha fracasado finalmente. SpaceX esperaba traer el cohete Falcon 9 de vuelta a la Tierra y que aterrizara en una plataforma flotante en el océano Atlántico, a unos 322 kilómetros de Jacksonville (Florida), al norte del lugar de lanzamiento. Según ha explicado el propietario de la compañía, Elon Musk, el cohete ha logrado llegar al puerto espacial, "pero el aterrizaje ha sido duro" y algunas piezas han resultado dañadas. Aún así, el multimillonario empresario ha asegurado que se trata de un "buen presagio para el futuro" y ha indicado que los ingenieros de SpaceX seguirán trabajando para que este proceso sea factible próximamente.