MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) - La sonda espacial japonesa Hayabusa2 aterrizó con éxito en el asteroide Ryugu por segunda vez este 11 de julio, y luego ascendió, previsiblemente con muestras de un cráter artificial. Si recolecta con éxito materiales de debajo de la superficie del cráter que un proyectil disparado hace semanas hizo en el asteroide, sería la primera vez en la historia que una agencia espacial realice tal hazaña. El aterrizaje llevó a término una misión clave para la sonda espacial que alcanzó Ryugu, actualmente ubicada a unos 250 millones de kilómetros de la Tierra, el 27 de junio del año pasado. Está programado que la sonda regrese a la Tierra a fines de 2020 después de dejar el asteroide en algún momento entre noviembre y diciembre de 2019. En su cuenta de Twitter, la misión publicó unas imágenes (arriba) que muestran el lugar de aterrizaje antes y después de que Hayabusa 2 tomase contacto con el terreno. Una tercera foto muestra material de la superficie levantado durante la operación. El objetivo es que una parte, expulsado desde el subsuelo al crearse el crñater, quedase almacenado en la nave para ser llevado a la Tierra. [PPTD] These images were taken before and after touchdown by the small monitor camera (CAM-H). The first is 4 seconds before touchdown, the second is at touchdown itself and the third is 4 seconds after touchdown. In the third image, you can see the amount of rocks that rise. pic.twitter.com/ssZU5TV3x9 Hayabusa2 comenzó a descender hacia Ryugu desde una altitud de 20 kilómetros el 10 de julio. Cuando alcanzó una altitud de 30 metros sobre la superficie del asteroide, Hayabusa2 cambió a la función totalmente autónoma, utilizando una cámara para rastrear un marcador de objetivo que había caído anteriormente en la superficie para guiar su descenso. Se cree que la sonda tuvo como objetivo aterrizar a 2,6 metros del marcador objetivo. Los trabajadores del Instituto JAXA de Ciencia Astronáutica y Espacial en Chuo Ward, en la ciudad de Sagamihara, en la prefectura de Kanagawa, en el este de Japón, observaron cambios en las ondas de radio enviadas desde la sonda durante su descenso. Cuando confirmaron que se estaba levantando de nuevo, estallaron en aplausos con sonrisas en sus rostros, informa el rotativo nipón The Mainichi. Bajo los planes de operación de toma de contacto, se suponía que la sonda debía elevarse desde Ryugu inmediatamente después de que una protuberancia en forma de cilindro en la parte inferior de la sonda entrara en contacto con la superficie. Cuando Hayabusa 2 llegó a Ryugu por primera vez con éxito en febrero de este año, las partículas levantadas del suelo nublaron la cámara y un altímetro, disminuyendo su sensibilidad. Debido a esto, el equipo de JAXA redujo la altitud a la cual la función autónoma completa comenzaría desde 45 metros durante el primer aterrizaje a 30 metros esta vez, lo que hace posible encontrar el marcador de destino con un mayor grado de certeza y medir su altitud. El campo de visión de Hayabusa se vuelve más estrecho cuando cambia a función autónoma.