MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La NASA ha anunciado que su nave MESSENGER se estrellará contra la superficie de Mercurio el próximo 30 de abril a 12.000 kilómetros por hora tras agotar su propulsor y cumplir su misión científica.
MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry, and Ranging (MESSENGER) impactará en el lado del planeta alejado de la Tierra. Debido a la ubicación esperada, los ingenieros no serán capaces de ver en tiempo real la ubicación exacta de impacto.
Los operadores de la misión en el control de la misión en la Johns Hopkins University Applied Physics Laboratory (APL), completaron esta semana la cuarta de una serie de maniobras de corrección de órbita diseñadas para retrasar el impacto de la nave espacial en la superficie de Mercurio. La última maniobra está programada para el viernes 24 de abril.
"Después de esta última maniobra, finalmente declararemos la nave espacial vacía de propelente, ya que con esta maniobra se agota casi todo nuestro gas helio restante", dijo Daniel O'Shaughnessy, ingeniero de sistemas de la misión en el APL. "En ese momento, la nave espacial ya no será capaz de luchar contra el empuje hacia abajo de la gravedad del Sol".
Aunque Mercurio es uno de los vecinos planetarios más cercanos de la Tierra, poco se sabía sobre el planeta antes de la misión MESSENGER. "Por primera vez en la historia ahora tenemos un conocimiento real sobre el planeta Mercurio, que muestra que es un mundo fascinante parte de nuestro diverso sistema solar", dijo John Grunsfeld, administrador asociado del Directorio de Misiones Científicas de la NASA en Washington.
PRIMICIAS CIENTÍFICAS
La nave viajó más de seis años y medio antes de insertarse en órbita alrededor de Mercurio el 18 de marzo de 2011. La primera misión fue orbitar el planeta y recoger datos durante un año terrestre. En buen estado de los instrumentos, suficiente combustible, y nuevas preguntas sobre el planeta sivieron para diseñar dos extensiones de misión, hasta completar casi cuatro años y varias primicias científicas.
Un hallazgo clave en 2012 proporcionó apoyo convincente para la hipótesis de que Mercurio alberga abundante agua congelada y otros materiales volátiles en sus cráteres polares permanentemente en sombra. Los datos indicaron que el hielo en las regiones polares de Mercurio sería de más de dos kilómetros de espesor. Por primera vez, los científicos comenzaron a ver con claridad un capítulo en la historia de cómo los planetas interiores, incluida la Tierra, adquieren el agua y algunos de los componentes químicos básicos para la vida.
Una capa oscura que cubre la mayor parte de los depósitos de hielo de agua apoya la teoría de que los compuestos orgánicos, así como el agua, llegaron desde el exterior del sistema solar hasta los planetas interiores y pueden haber dado lugar a la síntesis química prebiótica y, en consecuencia, la vida en la Tierra.