MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
Astrónomos franceses han logrado determinar un tamaño del núcleo lunar de 381 kilómetros, con una precisión de +/- 12 km, que es tres veces mejor que las estimaciones individuales anteriores.
La medición ha sido realizada aprovechando los datos de telemetría láser obtenidos en los últimos 50 años, gracias a los reflectores dejados en la Luna por misiones rusas y estadounidenses, el primero de ellos llevado por la tripulación del Apolo 11.
Nuestro satélite natural, la Luna, tiene un núcleo fluido. Su presencia fue identificada indirectamente por los datos de rango del láser lunar en la década de 1980 y confirmada por datos magnéticos y sísmicos. Sin embargo, las estimaciones del tamaño del núcleo fluido variaron en +/- 55 km.
Estas observaciones telemétricas de Lunar Laser Ranging (LLR) se procesan y explotan regularmente en las efemérides planetarias y lunares desarrolladas desde 2003 por astrónomos de los observatorios de Paris y de la Costa Azul.
Las efemérides lunares permiten calcular el movimiento orbital y rotacional de la Luna con una precisión del orden de un centímetro a lo largo de 10 años.
El modelo central introducido en la década de 1980 en el modelo de efemérides de los Estados Unidos asumió que la interfaz núcleo-manto es esférica. Ahora, los investigadores han introducido un núcleo ligeramente aplanado y es el ajuste de este aplanamiento a partir de los datos de LLR lo que permitió deducir el tamaño del núcleo del fluido lunar.
Para esto, el equipo comparó los valores ajustados a los datos de LLR con el valor teórico del aplanamiento del núcleo lunar en equilibrio. Al considerar la intersección de las dos curvas (valores ajustados a las observaciones de LLR y valores teóricos), es posible restringir el tamaño del núcleo lunar y el valor del aplanamiento de la interfaz núcleo-manto. El equipo también utiliza las últimas mediciones del campo de gravedad determinado por la misión espacial GRAIL.
Esta nueva medición del tamaño del núcleo del fluido es importante para los modelos de la evolución de la Luna. Ayudará a comprender mejor los mecanismos que permitieron la aparición, pero también la desaparición del campo magnético lunar. Tales mecanismos son cruciales para entender la condición de la apariencia de la vida, según un comunicado del Observatorio de París.