MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) - El análisis de los datos de la nave Dawn ha mostrado evidencias de que Vesta pudo haber tenido flujos de material movilizado por agua de corta duración en su superficie. "Nadie esperaba encontrar evidencia de agua en Vesta. La superficie es muy fría y no hay atmósfera, por lo que el agua se evapora en la superficie", dijo Jennifer Scully, investigadora de postgrado en la Universidad de California, Los Angeles. "Sin embargo, Vesta está demostrando ser un cuerpo planetario muy interesante y complejo". El estudio tiene amplias implicaciones para la ciencia planetaria."Estos resultados, y muchos otros de la misión Dawn, muestran que Vesta es el hogar de muchos procesos que antes se pensaba que eran exclusivos de los planetas", dijo Christopher Russell, investigador principal de la misión Dawn. "Estamos ansiosos por descubrir aún más ideas y misterios cuando Dawn estudie Ceres". En un estudio publicado en "Earth and Planetary Science Letters", Scully y otros investigadores identificaron un pequeño número de cráteres jóvenes en Vesta con barrancos curvados y depósitos en forma de abanico. "No estamos sugiriendo que hubiera un flujo como un río de agua. Estamos sugiriendo un proceso similar a los flujos de escombros, donde una pequeña cantidad de agua moviliza partículas de arena y rocas en un flujo", dijo Scully. Los barrancos curvados son significativamente diferentes de los formadas por el flujo de material puramente seco, dijeron los científicos. "Estas características de Vesta comparten muchas características con las formados por flujos de escombros en la Tierra y Marte", dijo Scully. Los barrancos son bastante estrechos, en promedio de alrededor de 30 metros de ancho. La longitud media de los barrancos es un poco más de 900 metros. El cráter Cornelia, con una anchura de 15 kilómetros, contiene algunos de los mejores ejemplos de barrancos curvados y depósitos en forma de abanico. La teoría principal para explicar el origen de los barrancos curvados es que Vesta tiene pequeños parches de hielo localizados en su subsuelo. Nadie sabe el origen de este hielo, pero una posibilidad es que órganos ricos en hielo, como los cometas, enterrasen el hielo después de un impacto. Otro impacto psterior formaría un cráter y calentaría algunos de los parches de hielo, liberando agua sobre las paredes del cráter, informa Phys.org. "Si está presente hoy en día, el hielo estaría enterrado demasiado profundamente para ser detectado por cualquiera de los instrumentos de Dawn", dijo Scully. "Sin embargo, los cráteres con barrancos curvados están asociados con el terreno desnudo, que se ha sugerido de forma independiente como evidencia de la pérdida de los gases volátiles de Vesta". Además, la evidencia de los detectores de Dawn indican que hay material hidratado dentro de algunas rocas en la superficie de Vesta, lo que sugiere que no está totalmente seca. Parece que la arena y las partículas rocosas fueron removidas por el agua que fluyó de las paredes del cráter, tallando los barrancos y dejando atrás los depósitos en forma de abanico después de la evaporación. Los cráteres con barrancos curvados parecen tener menos de unos pocos cientos de millones de años, muy reciente comparado con los 4.600 millones de años de Vesta. Los experimentos de laboratorio realizados en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, indican que podría haber suficiente tiempo para que se formasen barrancos curvados en Vesta antes de que toda el agua se evaporase. @CIENCIAPLUS