BRUSELAS 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ha presentado este jueves una iniciativa para invertir junto con trece países europeos, entre ellos España, 1.000 millones de euros en el desarrollo de una infraestructura de superordenadores europeos de categoría mundial, con el objetivo de reducir la distancia del bloque comunitario con respecto a los líderes mundiales en tecnología de alto rendimiento, como China o Estados Unidos.
Los superordenadores son necesarios para tratar cantidades "cada vez más ingentes de datos" y aportan beneficios para la sociedad "en numerosos ámbitos", como la atención sanitaria, la energía renovable, la seguridad de los vehículos y la ciberseguridad, ha explicado el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
"Cada vez son más los científicos y empresas europeas que tratan sus datos fuera de la UE (* ). Esta falta de independencia constituye una amenaza para la privacidad, la protección de datos, el secreto comercial y la propiedad de datos, en particular en el caso de las aplicaciones sensibles", ha advertido Bruselas.
La comisaria de Economía y Sociedad Digitales, Mariya Gabriel, y el comisario de Investigación, Ciencia e Innovación, Carlos Moedas, han presentado las lineas fundamentales del proyecto en una rueda de prensa, que Bruselas califica como "crucial" para la competitividad y la independencia de la UE en el campo de la economía de datos.
"Una infraestructura de supercomputación europea perfeccionada encierra un gran potencial de creación de puestos de trabajo y constituye un factor clave para digitalizar la industria y aumentar la competitividad de la economía europea", ha subrayado la comisaria búlgara.
La iniciativa se canalizará a través de la Empresa Común EuroHPC, una nueva estructura jurídica y de financiación cuya declaración fue firmada en marzo de 2017 por España, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal. Posteriormente se adhirieron Bélgica, Eslovenia, Bulgaria, Suiza, Croacia y Grecia.
El objetivo de la iniciativa es "agrupar inversiones" con el fin de "establecer una infraestructura informática de alto rendimiento (HPC) de "categoría mundial", así como apoyar un programa de I+D para desarrollar las tecnologías y máquinas y las aplicaciones que se emplearán en esos superordenadores.
La contribución de la UE a EuroHPC será de 486 millones de euros hasta 2020, a la que los países asociados a la iniciativa añadirán una cantidad similar. En total, está previsto invertir 1.000 millones de euros en fondos públicos, mientras que entidades privadas también aportarán "contribuciones en especie".
Así, las actividades de EuroHPC serán, en primer lugar, la adquisición y puesta en funcionamiento de dos máquinas de supercomputación de preexaescala de categoría mundial y al menos dos máquinas de supercomputación de gama media - capaces de efectuar aproximadamente 1.017 cálculos por segundo - y facilitar y gestionar el acceso a esos superordenadores a usuarios públicos y privados a partir de 2020.
En segundo lugar, la infraestructura apoyará el desarrollo de la tecnología de supercomputación europea, incluida la primera generación de microprocesadores de baja potencia europeos, el codiseño de máquinas de exaescala y el fomento de aplicaciones, el desarrollo de capacidades y un mayor uso de la informática de alto rendimiento.
La EuropHPC desarrollará estas actividades entre 2019 y 2026 y su gestión estará en manos de los países firmantes de la declaración EuroHPC y miembros privados del mundo académico y la industria. No obstante, se podrán unir a la infraestructura otros participantes siempre que contribuyan a la financiación de la misma.