MADRID 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, ha destacado este miércoles 1 de febrero que "después de estos años de dificultad" se está llegando a un "momento de mayor estabilidad en I+D+i" y ha insistido en la necesidad de no "caer en la autocomplacencia".
Así lo ha expresado Vela durante la inauguración en la Fundación Ramón Areces del Simposio Internacional 'Los retos del planeta: propuestas de soluciones desde la bioeconomía', organizado por esta institución en colaboración con BioEuroLatina.
"En el programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, los datos nos muestran que las empresas se están comportando extraordinariamente bien --ha señalado Vela--. De hecho, España viene aportando durante tres años consecutivos el 10% de los proyectos incluidos en este programa Horizonte 2020. Queremos dejar una sociedad sostenible y comprometida con lo económico, pero sobre todo con lo social".
Además, la secretaria de Estado ha indicado que "la bioeconomía puede ayudar a resolver muchos retos del planeta relacionados con las necesidades de alimentos, la demanda de energía, la huella que se deja". "Tenemos ante nosotros necesidades acuciantes y vamos a llegar a un momento de no retorno", ha subrayado.
La bioeconomía se considera el conjunto de actividades económicas que utilizan de manera sostenible los recursos de origen biológico. "Estoy convencida de que la ciencia va a ser capaz de resolver estos problemas", ha destacado Vela.
SECTOR EMPRESARIAL COMPROMETIDO
"Contamos con 2.800 grupos de investigación trabajando en áreas relacionadas con este campo, lo que nos demuestra que tenemos un sector empresarial comprometido e innovador --ha afirmado la responsable de Ciencia--. También necesitamos la colaboración público privada y, de hecho, más del 50% de estos proyectos se desarrollan en alianzas de este tipo".
Además, la secretaria de Estado ha recordado cómo el sector agroalimentario "ha sido de los que mejor se han comportado durante los años de crisis económica, ayudando a equilibrar la balanza de pagos".
Por su parte, el presidente del Consejo Científico de la Fundación Ramón Areces, Federico Mayor Zaragoza, ha recordado cómo ya en la Cumbre de Lisboa del año 2000 se habló de que la economía tenía que cambiar. "El negocio de la guerra mueve a diario más de 4.000 millones de dólares. Solo con el 10% de esos fondos se podrían cubrir las necesidades básicas que considera la ONU de alimentación, agua potable, acceso a servicios de salud, cuidado del medio ambiente y educación", ha explicado.
"Si hablamos sobre todo de extrema pobreza y medio ambiente, se pueden alcanzar puntos de no retorno y que por primera vez estemos asistiendo a procesos irreversibles sobre los que no podría haber solución --ha subrayado--. Ya dijo Obama que ésta era la primera generación que tenía que hacer frente a estos retos y también la última que tiene la oportunidad de hallar solución a estos retos del planeta".
EFECTOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO
La conferencia inaugural ha corrido a cargo del ex subdirector general de la Unesco y presidente de BioEuroLatina, Albert Sasson. Desde esta organización quiere impulsar el cambio hacia una economía más sostenible a ambos lados del Atlántico. "Las conclusiones de más de 5.000 investigadores nos demuestran que el cambio climático, cuyos efectos ya estamos padeciendo, son consecuencia en gran medida a la actividad del hombre, aunque China siga diciendo que son fantasías", ha comentado.
Sasson ha recordado cómo 2016 fue el año más caluroso de la historia desde que se realizan mediciones y cómo es una realidad constatada que cada vez los árboles florecen antes, las aves adelantan las migraciones y las mariposas eclosionan también antes, como simples ejemplos de esos cambios en la actividad biológica. Sasson ha adelantado también que, de seguir así, los primates podrían desaparecer en unos 70 años.
"En 2020 o 2030 podríamos llegar a un aumento de dos grados de la temperatura del planeta. Sin embargo, los climátologos ya hablan de que ese incremento podría llegar a los 3,6 grados", ha alertado. Entre posibles soluciones desde la bioeconomía, el presidente de BioEuroLatina ha apostado por una agricultura con menos elementos químicos y adaptada al cambio climático creciente".