MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
El director del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), Rafael Zardoya, ha lamentado que, a pesar de los avisos de la comunidad científica, "una parte de la sociedad obvia que la fuerte presión sobre la naturaleza es acumulativa y, sobrepasado un límite, pondrá en riesgo el bienestar y supervivencia".
"Convencer a los más recalcitrantes no es fácil, hasta que no vislumbren por si mismos que lo que la ciencia anticipa se cumple con certeza", ha señalado Zardoya en una entrevista publicada por la institución, con motivo de la jornada que se celebra este lunes y martes y que reúne a directores de museos de historia natural y jardines botánicos europeos.
Para el director del MNCN-CSIC, los cambios que está provocando el ser humano a nivel global en la Tierra "no se perciben inmediatamente, sino que tienen un efecto a largo plazo". "La labor de la comunidad científica es proporcionar datos y análisis que permitan anticipar el escenario que se avecina para poder mitigarlo", ha defendido.
En el encuentro que se celebra esta semana en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, más de 50 representantes de estos centros de investigación coincidirán para definir sus estrategias para paliar la crisis ambiental y la acelerada pérdida de biodiversidad.
Los equipos científicos del consorcio de Museos de Historia Natural y jardines botánicos europeos se reúnen semestralmente para poner en común las actividades realizadas. En esta ocasión, y por primera vez, son los directores de las instituciones los que se reúnen con el fin de planificar los objetivos y la agenda de museos y jardines botánicos hasta 2030.
Además de fortalecer las alianzas entre estas instituciones a través del Consorcio de Instalaciones taxonómicas europeas (CETAF, por sus siglas en inglés) que reúne más de 80 instalaciones taxonómicas de 27 países, "se busca aumentar su influencia en la toma de decisiones, tanto en el ámbito de la Unión Europea, donde ya existe un grupo de asesores, como en los gobiernos de los países miembros a nivel nacional, regional y local".
El director del MNCN-CSIC considera que la pérdida de biodiversidad "provoca la desestabilización de los ecosistemas y todos los servicios que prestan".
Por ejemplo, ha detallado que "la pérdida de especies de insectos polinizadores influye directamente en la producción de frutos; la pérdida de grandes carnívoros, que se alimentan de presas enfermas, permite que ciertas especies sobrevivan más tiempo favoreciendo las zoonosis; o la destrucción de hábitats apenas explorados conlleva la perdida de especies que han evolucionado durante millones de años y pueden producir componentes activos únicos de utilidad en farmacología".
En este punto, ha explicado que los museos de historia natural investigan los procesos naturales y las colecciones científicas que, acumuladas durante centenares de años, "muestran cómo eran los ecosistemas" y qué se necesita "conservar y recuperar para restaurarlos".
"No hay que olvidar que las opciones políticas que niegan la crisis ambiental están emergiendo en países democráticos. Si las sociedades entienden que el único modelo viable es el sostenible, el sistema corregirá la elección de sus líderes políticos", ha subrayado.
Respecto a la primera medida que propondría para revertir la pérdida de biodiversidad, Zardoya ha apostado por, a corto plazo, detener la perdida de hábitats amenazados por una sobreexplotación de los recursos naturales y sujetos a procesos de contaminación sería la medida más efectiva.
A medio plazo, ha defendido apoyar con más recursos la investigación de los procesos naturales para mejorar el conocimiento y "apoyar la toma de decisiones políticas y medidas de gestión con datos y análisis científicos rigurosos".