BAÑOS DE LA ENCINA (JAÉN), 12 (EUROPA PRESS)
Las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Peñalosa, ubicado en el municipio jiennense de Baños de la Encina, han permitido conocer varios contextos de la vida cotidiana de incalculable valor para explicar la vida de la Edad del Bronce, entre los que sobresale el desarrollo de una actividad textil especializada con la aparición de un telar en una vivienda.
Así se ha puesto de manifiesto este lunes en la visita realizada por la directora general de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura, Margarita Sánchez, acompañada de la delegada provincial, Mercedes Valenzuela, y junto al alcalde de Baños de la Encina, Antonio Las Heras, al enclave, en el que se está desarrollando la novena campaña de excavaciones arqueológicas, una actuación dirigida por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de Granada (UGR), Francisco Contreras, y en la que han participado los investigadores Auxilio Moreno, Luis Arboledas y Eva Alarcón de la UGR, así como un amplio equipo de arqueólogos de la universidad granadina, como ocurriera en las intervenciones anteriores.
Durante esta nueva campaña --financiada por la Consejería de Cultura (desde 2005 ha invertido 400.000 euros)-- se han excavado varios complejos de la zona fortificada de la acrópolis, quedando demostrado la existencia de varias fases en la ocupación del poblado durante la Edad del Bronce. Entre la fase antigua y la más reciente hubo una gran destrucción que derribó parte del poblado, con un fuerte incendio.
Los complejos excavados en esta actuación arqueológica, que comenzó el mes de agosto, muestran varios contextos de la vida cotidiana de incalculable valor para explicar la vida de la Edad del Bronce. En una de las casas se ha documentado, en el suelo más antiguo, todo el desarrollo de una actividad textil muy especializada, con la existencia de un telar vertical apoyado en la pared (se conservan las improntas del barro que sujetaba los maderos de encina), más de 30 pesas de arcilla para tensar los hilos del telar y punzones y agujas de hueso relacionados con la confección de tejidos. En esta misma casa se han documentado distintas vasijas de almacenamiento (orzas) con restos de cereales y legumbres, así como un buen número de dientes de hoz de sílex que muestran el trabajo agrícola de la recolección de cereales.
AJUAR
Un segundo complejo ha mostrado el ajuar de un posible minero de Peñalosa con la aparición de varios martillos para la extracción del mineral y un juego de dos escoplos de bronce utilizados posiblemente en la extracción de mineral. En esta campaña, además, se ha documentado que al exterior del poblado se realizaban toda una serie de trabajos artesanales importantes, como la metalurgia y posiblemente también la realización de labores alfareras. En el caso de la metalurgia se ha localizado un vertedero al exterior del poblado que ha proporcionado un elevado número de escorias, restos de paredes de hornos o crisoles, entre otros materiales, que indican la gran importancia de la actividad metalúrgica en estas comunidades del Alto Guadalquivir durante la Edad del Bronce y que convierte a la metalurgia del cobre en la principal actividad económica de estas sociedades.
En general, a lo largo de esta intervención arqueológica, entre cuyos objetivos se planteaba el acondicionamiento del yacimiento para su puesta en valor, se han llevado a cabo trabajos de consolidación en la fortificación del yacimiento y en algunas viviendas de la acrópolis de Peñalosa. Además, se están realizando trabajos de conservación de las estructuras y de los muros de las casas para su futura consolidación en próximos años. A tal efecto, se están protegiendo las estructuras de las futuras lluvias con geotextil y tierra y se están apuntalando los muros que corren peligro de desplome.
EL POBLADO
Peñalosa es un yacimiento de la Edad del Bronce situado en el término municipal de Baños de la Encina. Se trata de un poblado metalúrgico situado en el valle del río Rumblar, inundado en parte por las aguas del pantano de dicho nombre. Se enmarca dentro de la Cultura del Argar y presenta un patrón de asentamiento típico argárico: situado sobre un espolón de pizarra que se alza por encima del río y casas rectangulares dispuestas en las laderas del cerro mediante el aterrazamiento artificial de la pendiente. Las distintas terrazas creadas se comunican mediante calles estrechas, situándose en la parte inferior del poblado una gran cisterna que recoge el agua de la lluvia.
El poblado está defendido naturalmente por una serie de cortados en su zona oeste, mientras que por el este está cerrado por una muralla, reforzada con bastiones, sobre la que se adosan las casas. La zona superior, donde se han detectado los enterramientos más ricos y un mayor consumo de carne de caballo, está especialmente fortificada y conserva restos de numerosas vasijas de almacenamiento con restos de cereal. Hasta la campaña de 2010 se habían documentado unos 25 enterramientos en las zonas domésticas, que muestran una clara jerarquización social a partir de los ajuares funerarios, como también queda reflejado en los estudios antropológicos, en los alimentos consumidos, en los restos de cultura material que aparecen en los contextos domésticos y en el tamaño de las casas.
La importancia de Peñalosa y del Rumblar hace 4.000 años estribó en la explotación intensiva y masiva del mineral de cobre (malaquita y azurita). Se ha documentado todo el proceso extractivo y metalúrgico (minas, martillos de minero, vasijas horno, crisoles, moldes, útiles, etc.) que muestra la relevancia de la explotación minera en esta zona desde aproximadamente el 1800 hasta el 1400 A.C. La importancia de esta actividad viene reflejada en la aparición de numerosos moldes de lingotes, así como lingotes de cobre, que seguramente fueron distribuidos por amplias zonas de Andalucía, recibiendo a cambio posiblemente grano de cereal y ganado.