MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El especialista en Cirugía Cardiotorácica y Vascular Javier Cabo, considera que la criogenización humana, un paso clave para los viajes interestelares, "será científicamente posible en los años 2080".
La criopreservación, también denominada criogenización, es una técnica que consiste en la conservación de tejidos y células en nitrógeno líquido con el objetivo de que estas "tengan las mismas características en un futuro".
Así lo ha asegurado en una entrevista a Europa Press el experto, uno de los organizadores de la I Cumbre Internacional de Longevidad y Criopreservación, que se ha celebrado del 25 al 27 de mayo en Madrid y que continuará hasta el día 30 en Sevilla y Barcelona.
Organizada por Fundación VidaPlus, la Cumbre cuenta con expertos en la materia como Juan Carlos Izpisúa, investigador del Instituto Salk de California; la directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, María Blasco; el experto en criobiología Gregory Fahy; o el ingeniero mecánico por el Massachusetts Institute of Technology (MIT), José Luis Cordeiro.
En la actualidad, esta técnica, que en España sólo se aplica a células --como óvulos o embriones-- no es siquiera posible en órganos enteros, por lo que menos aún en cuerpos humanos, según explica Cabo. "Se podría hacer, pero hipotéticamente, ya que no hay base científica que soporte esto, no es lo mismo congelar una célula o un óvulo que un cuerpo, que tiene miles de millones de células", sostiene el doctor, que dice que en todo caso, sería posible la criopreservación, alrededor del año 2080, si es en humanos vivos.
El objetivo de la criopreservación, según Cabo, es la de "prolongar la vida", algo que ya hace la medicina moderna con otras "técnicas de soporte circulatorio", es decir, la incorporación de tecnología, y que no considera que entre en conflicto con pensamientos éticos.
"Me parecería totalmente ético que una persona a la que le diagnostican un cáncer terminal de páncreas, diga antes de morirse que quiere criopreservarse y que dentro de unos años, si aparece una técnica nueva, le descongelen y le traten", comenta Cabo sobre una de las utilidades que tendría esta técnica en caso de realizarse sobre organismos vivos.
A pesar de que el doctor considere que esto podría ser una realidad en un futuro, en su opinión la única opción "viable", por el momento, sería la congelación de órganos enteros. Para eso, es necesario, según comenta, comenzar por los donantes de corazón que han padecido asistolia.
"Una persona que muere por una parada cardiorespiratoria no recuperable, puede ser potencialmente donante, ya que no está muerto biológicamente", afirma Cabo, que detalla que en este caso, aunque la persona haya fallecido, el corazón, por el contrario, "sí sigue vivo" y, por tanto, podría utilizarse después para un trasplante, siempre y cuando se congelara de manera inmediata y no horas después, ya que en este caso "el 30%, el 40% ó el 50% de ese organismo estará podrido, no tendrá nada, no es viable, y da lo mismo que lo congeles".
Este sería, para Cabo, el único procedimiento con "signos de algo científico" en un futuro cercano. "El frío daña las células, la criogenización daña el tejido", afirma el experto, que explica que el frío provoca que se formen cristales que rompen las estructuras y las células nerviosas. Por este motivo, la criopreservación en órganos enteros "no es posible con las técnicas de ahora", expone Cabo, que indica que el reto de la medicina en el campo de la criopreservación se halla en el desarrollo de técnicas de vitrificación, en las que actualmente están trabajando. Estas técnicas están asociadas a partículas de nanotecnología, las cuales se asocian a los cristales de hielo y evitan que estos rompan las células.
Otra utilidad que podría tener la criopreservación en seres humanos vivos es, según añade el doctor, "para viajes espaciales", en los que se utilizaría una "técnica de animación suspendida, una hibernación".
CONGELACIÓN DE CADÁVERES
Preguntado sobre la posibilidad científica de criopreservar cadáveres con el objetivo de 'resucitarlos' después, Cabo es claro: "Un tejido biológico que esté vivo, o incluso muerto, al cabo de 'x' años, cuando haces el descongelamiento, vas a obtener, más o menos, en las mismas características organolépticas, el tejido que has preparado antes. Si está muerto, volverá a estar muerto, y si estaba biológicamente vivo, esas células van a seguir vivas", explica.
Esto no significa que en la actualidad no se congelen cadáveres con el propósito de poder devolverlos a la vida, lo que para Cabo, "a nivel científico no tiene sentido" y es "de ciencia ficción". En la actualidad, empresas como la rusa KrioRus y la americana Alcor se dedican, según Cabo, a ofrecer "un rito funerario más" a las familias, "similar al de los egipcios antiguos que momificaban a los cadáveres". Y no sólo congelan cuerpos, que tiene un coste de unos 250.000 dólares, sino de partes de un cadáver como la cabeza, que resulta más barato.
"La teoría dice que en un futuro esa cabeza la ponen en un robot, pero eso para mí entra ya en el campo de 'frikilandia", opina el doctor. Precisamente, representantes de estas compañías también están presentes en la Cumbre, que acoge el CSIC, en la que se debatirá, de hecho, temas como estos con el fin de abrir nuevas líneas de investigación tanto en el campo científico como en el jurídico.