MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
Un equipo de investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN), el Real Jardín Botánico (RJB) y la Organización Iraní de Investigación para la Ciencia y la Tecnología (IROST) ha descrito cómo afecta la presencia de la especie del liquen endolítico, Bagliettoa sp., a las construcciones pétreas, según ha informado el CSIC.
Persépolis, la antigua ciudad del imperio persa, es uno de esos monumentos declarados patrimonio de la humanidad que parecen inalterables pero que sufren no sólo con los efectos de la climatología y el paso del tiempo, sino también por los procesos de biodeterioro causados por la colonización de microorganismos y líquenes. En este trabajo han comprobado cómo el desarrollo de los cuerpos fructíferos de un liquen endolítico, impacta estética y estructuralmente en las rocas calizas del monumento.
Los líquenes estudiados crecen dentro de la roca e inducen la formación de microperforaciones en la superficie al emerger el cuerpo fructífero al exterior.
Lo más grave es que estas marcas permanecen incluso cuando desaparece el liquen de la piedra. Además, se ha demostrado que, en paralelo a la degeneración del cuerpo fructífero, se produce la perdida de capas superficiales de la caliza colonizada por el liquen.
El objetivo de esta investigación, que se publica este martes en la revista Journal of Cultural Heritage, era comprender cómo se generan estas microperforaciones y cual es su evolución para poder desarrollar estrategias que favorezcan la preservación de monumentos pétreos.
"Lo que hemos hecho ha sido analizar por microscopía electrónica de barrido cómo colonizan estos líquenes el interior de la caliza y cómo se desarrollan y evolucionan estas microperforaciones", explica la investigadora del MNCN Asunción de los Ríos.
La investigadora señala que en el trabajo demostraron cómo esta colonización "no solo induce cambios estéticos que perjudican al monumento sino que favorecen la erosión superficial de la roca colonizada, con perdidas de una capa de hasta 0,5 mm, poniendo en riesgo así la preservación de bajorelieves y grabados de alto valor histórico y cultural".
"Hemos querido valorar también si la formación de microperforaciones favorece la colonización por otros microorganismos que puedan contribuir al biodeterioro del monumento, mediante un análisis por secuenciación masiva del ADN (metabarcoding) de las bacterias presentes en las microperforaciones. Sin embargo, los resultados apuntan a que no existe riesgo en este sentido por no detectarse nuevos colonizadores microbianos", apunta el investigador del RJB Miguel Blazquez.
Esta especie, añade el investigador del RJB Sergio Pérez Ortega, tiene un potencial bioerosivo "muy alto" y constituye "un riesgo para el patrimonio cultural y artístico de Persépolis, pero a la vez la especie en sí es muy interesante, ya que corresponde a una especie nueva para la ciencia, que será descrita formalmente en otro artículo que se publicará los próximos meses".
Esta investigación fortalece el conocimiento científico que permite establecer estrategias de conservación de monumentos que, como Persépolis, nos hablan de nuestro pasado y ayudan a comprender mejor nuestro presente y futuro.