MADRID 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El sector público estatal español ejecutó en 2023 el "mayor presupuesto de la historia" para Investigación, Desarrollo, Innovación y Digitalización (I+D+I+d): 11.117 millones de euros, 2.293 más que en 2022.
No obstante, también se registró un récord de fondos disponibles: 20.305 millones de euros, 5.262 más que el año anterior. Como consecuencia, se registra un récord en ejecución presupuestaria, aunque la tasa de ejecución se redujo al 54,8% (por un 58,7% en 2022).
Esta es la principal conclusión del análisis de la Política 46 I+D+I+d que realiza la Fundación COTEC a partir de los datos publicados por la Intervención General del Estado.
El presupuesto de 2023 para I+D+I+d presenta dos características singulares, muy vinculadas al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Por primera vez, la mayor parte de los recursos tiene origen europeo y, por tercer año consecutivo, los fondos no reembolsables (gasto no financiero) han superado a los reembolsables (gasto financiero).
Si en 2022 la gran mayoría del presupuesto para I+D+I+d (el 61,9%) provenía de financiación nacional, y el 38,1% de financiación europea, en 2023 la financiación europea representaba ya el 54,8% del total (reduciendo al 45,2% el peso de los fondos de origen interno). Es decir, la totalidad del crecimiento de la Política de gasto 46 en el último año se explica por los fondos del PRTR.
Los fondos disponibles de origen nacional se han mantenido prácticamente constantes, reduciéndose en 127 millones de euros. La tasa de ejecución del gasto no financiero de estos fondos de origen nacional asciende al 87,4%.
El informe indica que, más allá de lo cuantitativo, "la entrada de un volumen tan relevante de recursos europeos conduce a cambios cualitativos en la composición del presupuesto".
Asimismo, explica que la bajada en el ritmo de ejecución de los fondos europeos ha provocado que la composición por tipo de gasto del presupuesto no ejecutado haya cambiado. Si en 2022 había una mayoría de gasto financiero entre lo no ejecutado (7 de cada 10 euros no ejecutados eran financieros), entre los recursos disponibles en 2023 para I+D+I+d que finalmente no se emplearon (9.188 millones de euros), 4 de cada 10 corresponden a gasto financiero (3.993) y seis de cada diez corresponden a gasto no financiero (5.195).
En cuanto a la distribución de los recursos no ejecutados por agentes, los ministerios de Industria, Comercio y Turismo; de Asuntos Económicos y Transformación Digital; además del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Agencia Estatal de Investigación (AEI), concentran la mayor parte de la inejecución del gasto no financiero. Por su parte, los ministerios de Ciencia e Innovación, y, de nuevo, el de Industria, protagonizan la del gasto financiero.
Respecto al desglose del gasto no financiero por capítulos, el grueso de la no ejecución se concentra en las transferencias de capital (4.226 millones de euros) y en inversiones reales (800). En tercer lugar, no se ejecutaron 108 millones de euros del capítulo de gastos de personal, de los cuales 54 corresponden al CSIC, 31 a contrataciones del Ministerio de Ciencia e Innovación para el PERTE Aeroespacial, 8 al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial Esteban Terradas, y 4 al Instituto de Salud Carlos III.
El análisis de COTEC señala que el Ministerio de Ciencia e Innovación presentó la mejor tasa de ejecución presupuestaria de los fondos europeos dedicados a la Política de gasto 46 (del 97%, implementó 1.103 millones de euros de los 1.133 millones de gasto no financiero europeo presupuestados para 2023). Sin embargo, su tasa de ejecución agregada quedó muy deslucida (cae hasta el 62%), una vez considerados también los fondos de origen nacional (deja de ejecutar 729 millones de euros de gasto no financiero y, sobre todo, 2.364 del capítulo financiero).
Los ministerios de Industria, Comercio y Turismo y de Asuntos Económicos y Transformación Digital son los principales gestores de los fondos europeos de la Política de gasto 46. Sin embargo, presentan bajas tasas de ejecución, con un 31% y un 55%, respectivamente, dejando sin ejecutar un total de 4.866 millones de euros.
FUTURO INCIERTO PARA LA FINANCIACIÓN PÚBLICA DE LA I+D+I+D
El documento advierte de que ha sido necesario esperar trece años (y disponer de fondos europeos) para que España consiga superar los anteriores niveles máximos de recursos presupuestados y ejecutados para I+D+I+d, alcanzados en 2009.
La fundación avisa además de que los fondos NextGen estarán disponibles durante un periodo limitado de tiempo, de modo que será necesario reemplazarlos por otro eventual futuro mecanismo europeo, o bien por otros fondos de origen nacional, si se quiere dar cumplimiento tanto al compromiso de la Ley de la Ciencia de seguir incrementando la financiación pública de la I+D+i en el medio plazo, como a los objetivos de la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación de converger con Europa en I+D+I.
En este contexto, apunta que la actualización del Programa de Estabilidad 2023-2026, recientemente presentado por España a la Comisión Europea, genera dudas importantes.
"En realidad, España prevé destinar en 2026 a las actuaciones de carácter económico (entre ellas, la política de gasto 46) una fracción de su PIB incluso menor que antes de la pandemia, por lo que no parece que se vaya a poder contar con recursos públicos adicionales suficientes para sustituir los actuales fondos europeos", concluye el informe.