Restos humanos del Paleolítico de los que se ha obtenido ADN - UCL
MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ADN humano más antiguo obtenido hasta ahora en las Islas Británicas indica la presencia de dos grupos distintos que emigraron a Gran Bretaña al final de la última edad de hielo.
Publicado en la revista 'Nature Ecology and Evolution', el nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Arqueología de la University College de Londres (UCL), el Museo de Historia Natural y el Instituto Francis Crick revela por primera vez que la recolonización de Gran Bretaña estuvo formada por al menos dos grupos con orígenes y culturas distintas.
El equipo de estudio analizó las pruebas de ADN de un individuo de la cueva de Gough, en Somerset, y de otro de la cueva de Kendrick, en el norte de Gales, que vivieron hace más de 13.500 años. En Gran Bretaña existen muy pocos esqueletos de esta edad, ya que se han encontrado alrededor de una docena en seis yacimientos en total.
El estudio, que incluyó la datación por radiocarbono y el análisis, así como la extracción y secuenciación del ADN, demuestra que es posible obtener información genética útil a partir de algunos de los materiales óseos humanos más antiguos del país.
Los autores afirman que estas secuencias del genoma representan ahora el capítulo más antiguo de la historia genética de Gran Bretaña, pero el ADN y las proteínas antiguas prometen llevarnos aún más atrás en la historia humana.
Los investigadores descubrieron que el ADN del individuo de la cueva de Gough, que murió hace unos 15.000 años, indica que sus antepasados formaron parte de una migración inicial hacia el noroeste de Europa hace unos 16.000 años.
Sin embargo, el individuo de la cueva de Kendrick es de un periodo posterior, hace unos 13.500 años, y su ascendencia procede de un grupo de cazadores-recolectores occidentales. Se cree que los orígenes ancestrales de este grupo proceden de Oriente Próximo y que emigraron a Gran Bretaña hace unos 14.000 años.
La coautora del estudio, la doctora Mateja Hajdinjak, del Instituto Francis Crick, destaca en un comunicado que "encontrar los dos ancestros tan cerca en el tiempo en Gran Bretaña, con sólo un milenio de diferencia, se suma a la imagen emergente de la Europa paleolítica, que es la de una población cambiante y dinámica".
Los autores señalan que estas migraciones se produjeron después de la última edad de hielo, cuando aproximadamente dos tercios de Gran Bretaña estaban cubiertos por glaciares. Cuando el clima se calentó y los glaciares se derritieron, se produjeron drásticos cambios ecológicos y medioambientales y los humanos empezaron a trasladarse al norte de Europa.
La coautora del estudio, la docora Sophy Charlton, que lo llevó a cabo mientras trabajaba en el Museo de Historia Natural, explica que el periodo que les interesaba, hace entre 20.0000 y 10.000 años, forma parte del Paleolítico, la Antigua Edad de Piedra. "Se trata de un periodo importante para el medio ambiente en Gran Bretaña, ya que se habría producido un importante calentamiento del clima, un aumento de la cantidad de bosques y cambios en el tipo de animales disponibles para cazar", añade.
Además de la genética, los dos grupos eran culturalmente distintos, con diferencias en lo que comían y en cómo enterraban a sus muertos.
La coautora del estudio, la doctora Rhiannon Stevens, del Instituto de Arqueología de la UCL, apunta que "los análisis químicos de los huesos mostraron que los individuos de la cueva de Kendrick comían muchos alimentos marinos y de agua dulce, incluyendo grandes mamíferos marinos".
"Los humanos de la cueva de Gough --prosigue--- sin embargo no mostraron evidencias de comer alimentos marinos y de agua dulce, y principalmente comían herbívoros terrestres como ciervos rojos, bóvidos (como el ganado salvaje llamado aurochs) y caballos".
Los investigadores descubrieron que las prácticas mortuorias de los dos grupos también diferían. Aunque se encontraron huesos de animales en la cueva de Kendrick, éstos incluían objetos de arte portátiles, como una mandíbula de caballo decorada. No se encontraron huesos de animales que mostraran indicios de haber sido comidos por los humanos, y los científicos dicen que esto indica que la cueva fue utilizada como lugar de enterramiento por sus ocupantes.
En cambio, los huesos de animales y humanos encontrados en la cueva de Gough mostraban importantes modificaciones humanas, incluidos cráneos humanos modificados en "copas de cráneo", que los investigadores creen que son pruebas de canibalismo ritual. Los individuos de esta población anterior parecen ser los mismos que crearon las herramientas de piedra magdalenienses, una cultura conocida también por su icónico arte rupestre y sus artefactos óseos.
La cueva de Gough es también el lugar donde se descubrió en 1903 el famoso Hombre de Cheddar, datado entre 10.564 y 9.915 años antes de Cristo. En este estudio se descubrió que el Hombre de Cheddar tenía una mezcla de ancestros, en su mayoría (85%) cazadores-recolectores occidentales y algunos (15%) del tipo más antiguo de la migración inicial.
La doctora Selina Brace, del Museo de Historia Natural y coautora del estudio, explica que querían averiguar quiénes eran estas primeras poblaciones en Gran Bretaña "Realmente queríamos averiguar más sobre quiénes podrían haber sido estas primeras poblaciones en Gran Bretaña. Sabíamos por nuestro trabajo anterior, incluyendo el estudio del Hombre de Cheddar, que los cazadores-recolectores occidentales estaban en Gran Bretaña alrededor de 10.500 años antes de Cristo, pero no sabíamos cuándo llegaron por primera vez a Gran Bretaña, y si esta era la única población que estaba presente", concluye.