Geoglifo de 22 metros atribuido a una orca sosteniendo un cuchillo - MASATO SAKAI
MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un estudio acelerado por IA ha identificado 303 nuevos geoglifos en un trabajo de seis meses en la Pampa de Nasca (Perú), duplicando el número de elementos de este tipo confirmados en la zona.
Es el resultado de un proyecto de investigación conjunto entre la Universidad de Yamagata (Japón) e IBM Research, que se ha publicado en PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences).
Los nuevos geoglifos incluyen humanoides abstractos, "cabezas decapitadas", animales domésticos, peces, pájaros, gatos, una posible "escena ceremonial" e interacciones entre humanos y animales, escribieron los investigadores en el artículo. La forma más extraña era, sin duda, una "ballena asesina" de 22 metros de largo sosteniendo un cuchillo (arriba en la imagen).
El estudio aporta claves sobre el propósito de estas estructuras. Así, los geoglifos gigantes de tipo lineal representan predominantemente animales salvajes y están distribuidos a lo largo de una elaborada red de geoglifos lineales y trapezoidales. Es probable que se usaran para actividades rituales a nivel comunitario, según un comunicado de la Universidad de Yamagata.
Los pequeños geoglifos de tipo relieve representaban motivos relacionados con humanos, incluidos humanoides y camélidos domesticados, y generalmente se encuentran a una distancia de visión de los senderos sinuosos. Parece que fueron vistos por individuos o grupos pequeños.
Por otro lado, el estudio concluye que mientras que los geoglifos figurativos de tipo lineal se crearon con fines ceremoniales comunitarios, los de tipo relieve se crearon para servir como "vallas publicitarias" que se pudieran ver desde los senderos para compartir información sobre actividades humanas, principalmente relacionadas con animales domésticos y cabezas decapitadas.
Las antiguas obras de arte probablemente fueron creadas entre el 200 a. C. y el 500 d. C. por miembros de la civilización preincaica conocida como Nazca (o Nasca), quienes quitaron las capas superiores de los guijarros teñidos de rojo de la superficie del desierto para revelar secciones de suelo más claro en una amplia gama de formas y tamaños diferentes.